Power recibió el viernes la demanda oficial a través del representante permanente de Irak ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Mohamad Ali al-Hakim, para distribuirla posteriormente entre los demás integrantes del organismo, en calidad de presidenta del CSNU.
Según detalló la diplomática estadounidense, Bagdad "no hizo demandas específicas" ni pidió una reunión de urgencia del CSNU sobre el tema, no obstante, manifestó su "creciente preocupación" sobre esta situación, "que no ha sido solucionada".
Asimismo, reiteró la postura del Gobierno estadounidense, según la cual, "todo despliegue de tropas en Irak debe hacerse con el beneplácito del Gobierno iraquí" y manifestó su deseo de que "el diálogo continúe entre los Gobiernos iraquí y turco para encontrar una solución amistosa".
El viernes, el primer ministro de Irak, Haidar al-Abadi, aseveró que el Gobierno de Bagdad tomará cualquier medida que crea oportuna para proteger la soberanía del país.
Al-Abadi, en un comunicado, recalcó que el despliegue de fuerzas turcas en territorio iraquí se ha realizado sin el consentimiento de Bagdad y tachó el hecho de "una flagrante violación de la Carta de Naciones Unidas y de la soberanía de Irak”.
El pasado 4 de diciembre, Turquía, so pretexto de entrenar fuerzas kurdas, desplegó cientos de sus soldados en la localidad de Bashiqa (a 10 kilómetros de la norteña ciudad de Mosul), urbe que está bajo el control del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe).
El domingo, el Gobierno iraquí fijó un tiempo límite de 48 horas para la salida de las tropas turcas de su territorio y advirtió de las reacciones de Bagdad en caso de desobediencia. Sin embargo, Ankara se ha negado a cumplir la exigencia de Bagdad.
La Cancillería iraquí solicitó el jueves una reunión de emergencia de los cancilleres de la Liga Árabe (LA) para adoptar una posición unida ante la presencia de las tropas de Turquía en su país.
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