En declaraciones concedidas el jueves a la cadena de televisión griega ANT1, Tsipras destacó la importancia de una participación masiva en el referéndum convocado para el próximo 5 de julio y resaltó que un NO tajante al programa de rescate de la Unión Europea (UE), resultará en un acuerdo que favorezca más a la nación helena.
La última palabra [acerca de la deuda helena] la tendrá el pueblo griego a través del referéndum", recalcó el mandatario griego.
Tsipras reiteró que la negativa de los griegos en el referéndum dará mejores armas en las negociaciones con los acreedores internacionales, tal y como había dicho el pasado lunes, 29 de junio, el mismo día en que miles de griegos se congregaron ante el Parlamento para expresarse a favor del NO en el venidero referéndum.
La última palabra [acerca de la deuda helena] la tendrá el pueblo griego a través del referéndum", recalcó el mandatario griego, para luego agregar que su país está haciendo una "pequeña revolución".
El premier griego también abordó la otra cara de la moneda y adelantó que en caso de que la mayoría vote al Sí, “viajaré a Bruselas (Bélgica) sin el apoyo popular, y firmaré un acuerdo tal y como desean los griegos". De hecho, ya había dicho el miércoles que el referéndum no signifca que Grecia pretenda salirse del euro.

Recordó asimismo que dar luz verde a la propuesta de los acreedores internacionales, aumentará la tasa de pobreza en la sociedad además, dará continuidad a la crisis económica y, como consecuencia, impedirá el desarrollo económico del país.
En otra parte de sus declaraciones, el premier consideró “turbador” contemplar largas colas delante de los cajeros automáticos, en especial, formadas por ancianos que deben esperar horas para recibir sus pensiones.
Sin embargo, aseguró que los problemas a los que se enfrenta la nación griega por el cierre de los bancos “no durarán por mucho tiempo”.
El pasado 28 de junio, Tsipras anunció el cierre provisional de los bancos y medidas de control de capitales y culpó al Banco Central Europeo (BCE) de forzar al Gobierno de Atenas a adoptar estas medidas.

Grecia está sumida, desde finales de 2009, en una grave crisis de deuda soberana, que ha causado un deterioro generalizado de los niveles de salud, ha reducido la esperanza de vida y ha hecho crecer la violencia y la delincuencia.
Atenas tendrá que seguir pagando cuotas de su deuda de cerca de 360 mil millones de euros a sus acreedores hasta el 2054.
ask/ncl/hnb