Los ataques aéreos “masivos” que golpearon Al-Raqa, se llevaron a cabo en coordinación con las fuerzas estadounidenses. Veinte bombas fueron lanzadas y destruyeron un centro de comando, un centro de reclutamiento, un depósito de municiones y un campo de entrenamiento de los terroristas, indica un comunicado del Ministerio de Defensa de Francia.
El llamado Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres (capital británica), también ha destacado que al menos cuatro civiles han perdido la vida por dichos ataques aéreos.
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