En una de las grabaciones, la camarógrafa Petra László pone una zancadilla y hace caer al suelo a un hombre que lleva un niño en brazos, tratando de internarse en territorio húngaro.
En otra, propina puntapiés a varias personas que pasan junto a ella en el tumulto, poco después de haber cruzado la frontera desde Serbia, cerca de Röszke (sur).
La cadena ha calificado su comportamiento como “inaceptable”, al anunciar el fin del contrato “con efecto inmediato” en la noche del martes (hora local).
La llegada a Europa de miles de personas buscando asilo, en gran parte procedentes de Siria —nación devastada por más de cuatro años de conflicto—, ha generado corrientes de sentimientos encontrados, entre manifestaciones de solidaridad y de xenofobia.
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