“La primera parte de la alambrada fronteriza se ha terminado dos días antes de la fecha fijada, el 31 de agosto”, comunicó el Ministerio húngaro de Defensa, en alusión a una barrera compuesta por tres espirales de alambre con púas.
Hungría planea añadir a esa barrera un muro de cuatro metros de altura, cuando el actual sistema se ha mostrado ya incapaz de frenar el paso al territorio húngaro de miles de buscadores de refugio.
El Gobierno húngaro prepara también un proyecto de ley que impondrá, de ser aprobado, penas de hasta tres años de cárcel a quienes crucen su frontera de modo ilegal, además de sanciones más duras para los contrabandistas de personas.
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