“Bolivia, mientras yo esté en el poder, no aprobará ninguna ley para expulsar a los europeos que migren hacia esta parte del mundo, ni construirá cárceles para detenerlos. Somos seres humanos”, ha afirmado durante su discurso de apertura de la VII Conferencia Italia-América Latina y Caribe en la ciudad italiana de Milán.
“Bolivia, mientras yo esté en el poder, no aprobará ninguna ley para expulsar a los europeos que migren hacia esta parte del mundo, ni construirá cárceles para detenerlos. Somos seres humanos”, afirma Morales.
Además, ha censurado enérgicamente el uso del término de “inmigración ilegal” y ha urgido a todos a construir una “ciudadanía universal con todos los derechos”.
En sus declaraciones ha hecho referencia al flujo migratorio que existe desde América Latina hacia el viejo continente y lo ha atribuido a la mala distribución del capital en el mundo.
“Estoy convencido de que si las riquezas del mundo serían de todas y todos no hubiera ningún problema. Siento que en el mundo no falta riqueza, el problema es que está concentrada en muy pocas manos. La economía se privatiza mientras que en Bolivia la economía se socializa y se democratiza”, ha detallado el mandatario.

Morales, acompañado por los ministros bolivianos de Exteriores y de Hidrocarburos, viajó el jueves a Italia tras haber participado en la cumbre de dos días (10 y 11 de junio) de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en Bruselas, capital belga.
En su estancia en Roma, capital italiana, se reunirá con el primer ministro italiano Mateo Renzi y también con representantes de movimientos sociales. Además, dará un discurso en la Universidad de Boconi.
Un informe del Atlas de los Migrantes desvela que desde enero de 1993 hasta marzo de 2012, más de 16.250 migrantes han perecido -ahogados, por asfixia, de hambre, de frío o se han suicidado- en las fronteras de Europa.

Los autores del Atlas culpan a “las restrictivas políticas migratorias” del bloque regional y destacan que durante los últimos 20 años, cerca de 13.000 personas han desaparecido en el mar en el sur del viejo continente.
Tal situación ha provocado el descontento de los ciudadanos europeos quienes en diferentes países de la región han organizado protestas para reclamar las medidas migratorias de la UE.
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