"¿Por qué muchas personas potentes no quieren la paz? Porque viven de las guerras, ¡la industria de las armas es grave! Los potentes se ganan la vida fabricando armas y venden estas armas a este o a aquel país: es la industria de la muerte (...)", ha precisado el papa.
"¿Por qué muchas personas potentes no quieren la paz? Porque viven de las guerras, ¡la industria de las armas es grave! Los potentes se ganan la vida fabricando armas y venden estas armas a este o a aquel país: es la industria de la muerte (...)", ha precisado el papa en una ceremonia con la presencia de miles de niños y jóvenes en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Asimismo ha apuntado que la codicia y el deseo de tener más dinero, hace al ser humano mucho daño y cuando este ve que todo gira alrededor del dinero y no alrededor de la persona, entonces para defender el dinero se sacrifica mucho, e incluso se generan guerras.
En este sentido, ha recalcado que por esa misma razón la mayoría no busca la paz, puesto que se gana más dinero con los conflictos bélicos aunque se pierden muchas cosas como vidas, cultura y educación. "El diablo entra por la billetera. Por la codicia. ¡Y por esto no quieren la paz! ", ha añadido.
A continuación, el pontífice ha considerado que la paz no significa que no existan las guerras sino también donde hay alegría, amistad entre todos, no debe haber niños hambrientos, enfermos que no tengan la posibilidad de ser ayudados.
Finalmente el líder católico al afirmar que donde no hay justicia, no puede haber paz, ha precisado que la paz "no es un producto industrial" sino, más bien, "artesanal" porque se construye cada día.

Las declaraciones del papa Francisco llegan cuando cada día los informes muestran que los países occidentales, con su venta de armas, echan leña al fuego a los conflictos en regiones, como en Oriente Medio.
Hace poco, un informe publicado por el periódico Alemán Süddeutsche Zeitung reveló que la exportación de armas desde Alemania a Arabia Saudí, Baréin, Kuwait, Omán, Catar y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) pasó de 570 millones de euros, hace dos años, a 1420 millones. De esta cifra, unos 1240 millones corresponden al Gobierno de Riad.
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