• Fuerzas de guerra del régimen israelí atacan el pueblo meridional libanés de Al-Mayidía. el 28 de enero de 2015
  • El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon
Publicada: sábado, 28 de febrero de 2015 6:46
Actualizada: sábado, 28 de febrero de 2015 7:20

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, confirma la responsabilidad israelí en la muerte del ‘casco azul’ español Francisco Javier Soria, cuya ubicación era ‘totalmente conocida’ por las fuerzas del régimen de Tel Aviv.

“Este incidente tuvo lugar en una posición de las Naciones Unidas, cuyas coordenadas son totalmente conocidas por las” fuerzas militares del régimen israelí (IDF, por sus siglas en inglés).

Ban condenó el viernes el bombardeo de la posición por esas fuerzas militares en un informe entregado al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU), que señala que “el fuego en represalia de Israel en El Líbano viola la Resolución 1701 (2006) y el cese de hostilidades”.

Los militares sionistas dispararon después de que combatientes del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) los atacasen en el territorio libanés ocupado de las granjas de Shebaa, en respuesta al asesinato en los altos de Golán sirios, el 18 de enero, de seis miembros de Hezbolá y de un comandante asesor iraní, el general de brigada Mohamad Ali Alahdadi. 

Según la investigación de la ONU, Hezbolá lanzó seis cohetes antitanque contra un convoy israelí, consiguiendo acabar con dos militares e hiriendo a otros siete. De acuerdo con los informes de la cadena satelital libanesa Al-Mayadeen, 15 militares israelíes murieron.

Tras la operación de Hezbolá, las fuerzas de guerra israelíes dispararon contra toda la zona unas 90 rondas de artillería de 155 milímetros, 28 rondas de mortero y cinco proyectiles de tanque, además de “20 proyectiles de mortero con fósforo blanco”.

La confirmación por Ban de que el régimen de Israel conocía a la perfección la posición de la base española que bombardeó, refuerza la tesis de que la muerte del cabo español fue un asesinato en toda regla, como han denunciado fuentes militares españolas bajo condición de anonimato y analistas de cuestiones de defensa.

De acuerdo con estos analistas, el régimen israelí habría buscado, con el asesinato del cabo Soria Toledo, forzar a los militares españoles, en el futuro, a poner trabas a los movimientos de Hezbolá en la zona.

Apoyan la tesis del asesinato los hechos detallados por el portal El Espía Digital, que narró el 29 de enero cómo las tropas israelíes siguieron disparando después de que se les informara de que Soria Toledo había sido herido, impidiendo las labores de salvamento y primeros auxilios.  

Tras la muerte del cabo español, el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, rehusó protestar ante el régimen israelí hasta tener los resultados de la investigación de la ONU, ahora publicados.

Soria Toledo formaba parte de la misión ‘Libre Hidalgo’ de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en El Líbano (FINUL). Tenía 36 años, estaba casado e iba a ser padre.

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