“Ciertamente el problema de la violencia en nuestro país (El Salvador) es una herencia del reciente pasado histórico, con un enjambre de implicaciones que lo han vuelto sumamente complejo, y eso no lo podemos negar”, afirmó el miércoles el secretario de Cultura de la Presidencia de El Salvador, Ramón Rivas.
Ciertamente el problema de la violencia en nuestro país (El Salvador) es una herencia del reciente pasado histórico, con un enjambre de implicaciones que lo han vuelto sumamente complejo, y eso no lo podemos negar”, afirmó el miércoles el secretario de Cultura de la Presidencia de El Salvador, Ramón Rivas.
Además, recalcó que los Acuerdos de Paz en 1992 , que pusieron fin a la guerra civil de El Salvador en febrero del mismo año, resolvieron en parte la agenda política de esta nación centroamericana, pero no resolvieron las diferencias económicas y las injusticias respecto a la distribución de la riqueza en este país.
Rivas realizó tales declaraciones durante una conferencia magistral en el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA), situada en la capitalina ciudad de San Salvador.
Asimismo, apuntó que para proponer soluciones duraderas se siente la necesidad de un análisis de la violencia desde una perspectiva histórica y antropológica.
El secretario de Cultura salvadoreño también señaló a la relación directa que hay entre la violencia desatada en el país y los problemas estructurales que causaron la desigualdad social y la injusticia durante el periodo del conflicto armado.
Por otra parte, el historiador salvadoreño, Pedro Escalante Arce, en la misma jornada declaró que “la violencia está en la historia y es producto de la historia, no somos un pueblo violento, no estamos predestinados a ser violentos”.
En este sentido, el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, aseguró el 9 de agosto que garantizará la seguridad y tranquilidad del pueblo mediante un monitoreo constante.

Los actos violentos comenzaron en 2014, especialmente desde que el presidente Sánchez Cerén asumió el poder en junio del mismo año y anunció que no habrá negociaciones con los grupos criminales. Los chóferes de autobuses decidieron levantar el sábado un paro que se inició el pasado lunes.
Los grupos armados, además, atentan contra los civiles. El pasado 5 de agosto, un grupo de pandilleros disparó contra un autobús de pasajeros en el municipio de San Pedro Perulapán (departamento de Cuscatlán), causando la muerte de al menos cuatro personas e hiriendo a otras siete.
Ante el incremento de la violencia en El Salvador, el 9 de agosto, el papa Francisco expresó su profunda preocupación, y lo relacionó con la “miseria”, la “crisis económica” y los “agudos contrastes sociales” en el país.
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