“La campaña va muy bien pero creo que deberíamos ser un poquito cautos, porque aún hay tiempo para que se registre gente para ingresar en el partido, o para registrarse como partidarios”, advirtió ayer martes a sus simpatizantes Corbyn, conocido por sus maneras humildes.
La campaña va muy bien pero creo que deberíamos ser un poquito cautos, porque aún hay tiempo para que se registre gente para ingresar en el partido, o para registrarse como partidarios”, dijo ayer martes el diputado británico Jeremy Corbyn al conocer la encuesta de YouGov.
El diputado del norte de Londres obtendría un 53 % de apoyos, frente al 21 % del exsecretario de Estado de Sanidad Andrew Burnham (2010-2011), al 18 % de la exsecretaria de Estado de Trabajo y Pensiones Yvette Cooper (2009-2010) y al 8 % de la diputada Elizabeth Kendall.
El estudio, que refleja un claro ascenso de Corbyn respecto a hace un mes —cuando adelantaba a Burnham “sólo” por 17 puntos— cuenta con la ventaja de ser el único que ha encuestado a probables votantes en las primarias de los laboristas: 729 miembros del partido ya en mayo, más 682 registrados después.
Los datos, señala el diario local The Guardian, han causado conmoción entre la clase dirigente británica. El propio Corbyn ha confesado al periódico estar sorprendido, ya que creía ser el izquierdista “de turno” que se suele “sacrificar” en las primarias para atraer a votantes descontentos.
El antiguo director de comunicaciones de los laboristas Alastair Campbell ha reaccionado urgiendo a los votantes laboristas a elegir “a cualquiera menos Corbyn”, con el argumento de que se trata del candidato de “la izquierda dura” y que “el público” no aceptará su política.
Sin embargo, analistas políticos británicos consideran “contraproducentes” los ataques del laborismo dominante: “Cuando Peter Mandelson o Tony Blair hablan en su contra, eso le consigue apoyo público”, dijo ayer martes el comentarista Ian Williams a la cadena iraní en lengua inglesa Press TV.
“Los aterra que gane, porque revierte todo el daño que han hecho ellos al Partido Laborista en los últimos 20 años”, añadió Williams.
Corbyn, opuesto a la política de recortes y partidario declarado de nacionalizar las grandes empresas de gas y energía, aboga por una política exterior notablemente distinta de la considerada incuestionable por las élites occidentales.
Sobre Oriente Medio, Corbyn señaló en una entrevista publicada, el 2 de agosto, la necesidad de cumplir el derecho al retorno de los palestinos refugiados fuera de su tierra, y puso en cuestión la pretendida “solución de dos estados” a la tragedia palestina, enfatizando que debe ser “la gente de la región” quien decida el futuro del país, ocupado desde hace décadas.
El veterano diputado se manifestó además a favor de imponer un embargo de importación y exportación de armas al régimen israelí, y de boicotear a las universidades israelíes implicadas en el desarrollo armamentístico.
Días después, reclamó que el antiguo primer ministro Anthony 'Tony' Blair sea llevado ante los tribunales por su papel en la invasión de Irak en 2003.
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