También ha recibido la pena capital otro centenar de acusados, entre ellos el número dos de los Hermanos Musulmanes Jairat al-Shatera y algunos dirigentes más de este movimiento popular.
Las sentencias, no obstante, deben ser ratificadas por el Gran Mufti, máxima autoridad religiosa; y están abiertas a apelación.
De acuerdo con fuentes de la prensa egipcia, la decisión final sobre el destino de Mursi y del resto de los condenados se hará pública el próximo 2 de junio.

Mursi ha recibido la condena a muerte por su participación en una fuga masiva de presos hace cuatro años. Él mismo escapó, junto con otros líderes de los Hermanos Musulmanes, de la prisión de Wadi al- Natrun el 28 de enero de 2011, después de que esta fuera cercada por dirigentes del movimiento durante los 18 días que duró el levantamiento que derrocó al autócrata Hosni Mubarak.
En abril de este año, un tribunal egipcio condenó a 20 años de prisión a Mursi por intimidar a los manifestantes de la oposición durante los enfrentamientos habidos entre sus partidarios y detractores el 5 de diciembre de 2012 a las puertas del palacio presidencial de Ittihadiya, en la ciudad capitalina de El Cairo.
Además de Mursi, otras 105 personas —entre ellas decenas de integrantes de los Hermanos Musulmanes— han recibido condenas parejas.
El predicador islamista catarí Yusuf al-Qaradaui, uno de los condenados a muerte en el proceso por la fuga de la cárcel, fue condenado en ausencia.

Amnistía Internacional condenó anteriormente la detención de Mursi y su juicio y ha solicitado en reiteradas ocasiones a Egipto que lo ponga en libertad.
Diversos movimientos egipcios, en particular los HHMM, han condenado el veredicto contra Mursi y otro centenar de personas, tachándolo de meramente "político".
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