“La marcha realizada en Guayaquil (suroeste) el pasado jueves, en contra del Gobierno tuvo la intención de seguir calentando las calles y exacerbando los ánimos para que sigan defendiéndole el bolsillo al alcalde opositor de esa ciudad, Jaime Nebot, y sectores afines”, afirmó el lunes la secretaria de Gestión de la Política de Ecuador, Viviana Bonilla.
La marcha realizada en Guayaquil (suroeste) el pasado jueves, en contra del Gobierno tuvo la intención de seguir calentando las calles y exacerbando los ánimos para que sigan defendiéndole el bolsillo al alcalde opositor de esa ciudad, Jaime Nebot, y sectores afines”, afirma Bonilla.
Bonilla, también, agregó que el alcalde y los sectores opositores siguen abusando políticamente de algunos ciudadanos, pero cabe recordar que las autoridades del Ejecutivo continúan trabajando para llegar a un país con menos desigualdad y discriminación.
Al advertir a los ecuatorianos que no caigan en el juego de algunos politiqueros, la funcionaria reiteró que los derechistas no escatiman esfuerzo para gastar su dinero en organizar marchas desestabilizadoras.
Los manifestantes pro-derechistas tomaron las calles de Guayaquil para protestar contra la Ley de Herencias o Redistribución de la Riqueza y de plusvalía (ganancias extraordinarias).
El Gobierno nacional recurre a las obras públicas, las que benefician a toda la nación para mejorar la calidad de vida cotidiana de los ecuatorianos, destacó Bonilla.
En referencia a las críticas de los sectores opositores a dichas leyes, Bonilla puso hincapié en que el Gobierno responderá con obras públicas “mientras los otros derrochan el dinero en marchas”.
Alegando dichas leyes, los derechistas han promovido desde entonces marchas violentas con el objetivo de derrocar al Gobierno electo de Correa, quien tacha de desestabilizadoras las protestas callejeras.
Ante la situación del país, el jefe de Estado del país andino, Rafael Correa, anunció, el 15 de este mes, el retiro temporal de la Ley de Redistribución de la Riqueza, con el fin de evitar una mayor violencia impulsada por los derechistas.
Mientras tanto, Correa ha asegurado en reiteradas veces que la iniciativa no afecta a la clase media ni a los pobres, sino a la minoría del país (2 %) que es dueña de todo.

De hecho el jueves, miles de ecuatorianos se congregaron frente al Palacio de Gobierno con la finalidad de mostrar su apoyo a la gestión del presidente.
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