Yo espero que lo que se ha acordado en las conversaciones se haga operativo cuanto antes.
“Yo espero que lo que se ha acordado en las conversaciones se haga operativo cuanto antes”, ha declarado hoy viernes, a la cadena iraní en inglés PressTV, el ministro iraní del Petróleo, Biyan Namdar Zanganeh, un veterano peso pesado de la administración persa que ha pasado la mayor parte de su carrera en altos puestos de decisión de las instituciones relacionadas con la industria iraní.
Los representantes de Irán y de los países del G5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania), junto a altos responsables de la Unión Europea (UE), han mantenido conversaciones de una intensidad excepcional durante ocho días con el fin de reducir sus diferencias sobre las actividades de Teherán en el campo de la energía nuclear.
Las conversaciones culminaron ayer jueves en un comunicado de prensa conjunto, según el cual las partes han llegado a un punto de entendimiento sobre el programa nuclear iraní y continuarán trabajando para elaborar un acuerdo final antes del plazo, determinado por ellas mismas, del 30 de junio.
Uno de los aspectos fundamentales del acuerdo es la eliminación de una serie de restricciones, denominadas “sanciones”, impuestas bajo el liderazgo de Washington a la economía de la República Islámica, que tiene su principal fuente de sustento en el petróleo.
Irán producía 2,5 millones diarios de barriles (mb/d) antes de las “sanciones” promovidas por Estados Unidos, que obstaculizan la inversión extranjera en los proyectos energéticos de Teherán y rebajaron esa cifra a cerca de 1 mb/d en 2010, además de prohibir a Irán ventas de petróleo superiores a ese mismo límite de 1 mb/d.
Esto no ha impedido a Irán generar recursos petroleros suficientes para mantener su economía a flote durante los últimos años, en particular desde la designación de Zanganeh como ministro en 2013.
El país medio oriental incluso ha podido producir tanto gas natural como para no sólo satisfacer su demanda interna, sino también para promover planes de exportación abandonados durante la anterior Presidencia, algo que diversos analistas atribuyen a la experimentada gestión de Zanganeh.
En la actualidad, las grandes compañías petroleras que salieron de Irán a causa de las sanciones preparan su esperado regreso al mercado iraní. Algo que sin embargo no será posible mientras duren las disputas del G+1 por el programa de energía nuclear de la República Islámica.
Sin embargo, una vez que Irán y el G5+1 logren resolver el expediente de la energía nuclear iraní —lo que podría poner fin a años de sanciones contra Irán—, dichas empresas no dispondrán de un segundo que perder en la carrera por los proyectos del sector petrolero persa, así como por proyectos en otros sectores de un país lleno de recursos y de población joven, preparada y deseosa de emprender nuevas actividades.
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