Vladimir Putin fue “muy impulsivo y oportunista” cuando lanzó una operación militar en Siria en apoyo a su aliado, el mandatario sirio Bashar al-Asad, opinó el jueves el director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper, en una entrevista exclusiva con la cadena de noticias estadounidense CNN.
Vladimir Putin fue muy impulsivo y oportunista cuando lanzó una operación militar en Siria en apoyo a su aliado, el mandatario sirio Bashar al-Asad, opina el director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, James Clapper.
Con estas palabras, el alto cargo de la Inteligencia de EE.UU. criticó la campaña de ataques aéreos de Moscú contra posiciones del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), emprendida el pasado 30 de septiembre a petición de Damasco.

Al ser preguntado sobre si Putin dispone de un plan para Siria, Clapper afirmó que no lo cree. “En cuanto a su plan a largo plazo, no estoy seguro de que tenga uno”, afirmó antes de agregar que Putin “va improvisando día a día”.
Estas declaraciones llegan a la vez que el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, tiene planeado reunirse este viernes con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, en Viena (capital de Austria), al margen de la cumbre internacional sobre la crisis siria.
Desde el inicio de las operaciones rusas, Washington ha estado criticando la campaña. El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha declarado que la estrategia de Rusia es “una receta para el desastre”.
Mientras Washington y varios de sus aliados europeos y de la región se manifiestan contra las operaciones rusas, las autoridades sirias —e incluso la mayoría de los estadounidenses consultados por la cadena Fox News— se han mostrado satisfechos con la eficacia de la campaña rusa.

Debido a los bombardeos rusos, el Ejército sirio ha logrado considerables avances en el noroeste y centro del país, donde ha arrebatado localidades importantes a los terroristas de Daesh y del Frente Al-Nusra, brazo de Al-Qaeda en el país árabe.
Ya son un cuarto de millón de personas, según el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), las que han perdido la vida desde el inicio de la crisis en Siria en marzo de 2011, cuando varios grupos armados —con el apoyo de varios países, entre ellos Arabia Saudí, Turquía y Estados Unidos—, emprendieron su ofensiva para provocar el derrocamiento del Gobierno legítimamente establecido en Damasco.
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