“Quiero que sea realmente hermoso para que así quizá algún día lo llaman el Muro de Trump”, dijo el precandidato republicano a la Presidencia de EE.UU. durante su campaña electoral celebrada el miércoles en el estado estadounidense de Nuevo Hampshire (noreste).
Quiero que sea realmente hermoso para que así quizá algún día lo llaman el Muro de Trump, dijo el precandidato a la presidencia de EE.UU. Donald Trump.
Asimismo alegó que sus relaciones con los mexicanos son buenas, pero hizo diferencias, por un lado, consideró bienvenidos los inmigrantes legales en su país y, por otro, arremete contra los inmigrantes ilegales a los que apunta como la causa de problemas. "Si ellos llegan a EE.UU., no tendremos un país”, advierte.
“Si gano las elecciones presidenciales (...), desde el primer día de mi presidencia, los haré salir rápidamente”, agregó.
El empresario estadounidenses, en otro de sus abruptos ataques contra los inmigrantes en Estados Unidos, dijo que los hijos de inmigrantes sin papeles nacidos en el país no merecen la ciudadanía norteamericana.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, en un comunicado, reiteró que las declaraciones de Trump “reflejan perjuicios, racismo y plena ignorancia”.
Añadió que las propuestas del magnate estadounidense “no sólo se ven absurdas”, sino podrían ser perjudiciales para ambos países.
Recordó también que pesar de que los emigrantes hacen una significativa contribución a la economía estadounidense, durante los últimos años la tasa de migración de México al vecino norteño había llegado a un punto muerto.
El pasado 29 de julio, Trump adelantó que de ser elegido como presidente en los comicios de 2016, deportaría a más de once millones de indocumentados.
Tales comentarios del multimillonario estadounidense causaron que le llamen “bandido” e “hipócrita”, además, muchas compañías mexicanas han roto lazos con Trump. El candidato no solo se ha abstenido de pedir disculpas, sino que ha prometido poner fin a los tratados comerciales con México.
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