El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, refiriéndose a la conclusión de los diálogos nucleares sobre el programa nuclear iraní, la ha tachado de "inaceptable", además de advertir que "si el acuerdo es tan malo como en este momento creo que es, haremos todo para detenerlo".
Si el acuerdo es tan malo como en este momento creo que es, haremos todo para detenerlo", advierte John Boehner.
"Difícil de vender", ha declarado por su parte el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores, el republicano Ed Royce, quien dirigirá los debates de la Cámara baja del Congreso.
De igual manera, el senador John McCain ha alegado que "todo parece indicar que se trata de un mal acuerdo".
Empero, muchos demócratas, como por ejemplo el senador Chuck Schumer, han prometido un examen minucioso del acuerdo, reservándose su juicio.
En este sentido, las restricciones a la compra de armas a Irán que serán transformadas en limitaciones parciales durante un plazo de cinco años y tras el cual serán completamente anuladas, suscita la mayor agitación y constituye una "línea roja" para el senador demócrata Robert Menéndez, quien teme que Teherán pueda comprar sistemas de misiles rusos S-300.
Los más entusiastas han aplaudido una victoria de la diplomacia y han dado por hecho que la elección era entre este acuerdo y la confrontación militar.
De acuerdo con las fuentes, los congresistas prometen oficialmente dar su oportunidad al Ejecutivo y estudiar detalladamente las 109 páginas del documento durante las audiencias que comenzarán este mismo mes de julio.
En el caso de que el Congreso no apruebe este acuerdo nuclear, el objetivo de los republicanos será convencer a una parte de la minoría demócrata de que sumen sus votos en septiembre a una resolución que prohíba al presidente Barack Obama levantar la más mínima sanción contra Irán. Sin embargo, se necesitaría de una mayoría de dos tercios para levantar un eventual veto presidencial.
Inicialmente, el Congreso tiene 60 días para votar y hasta 82 días en caso de veto. La cuenta atrás comenzará cuando la Administración de Obama envíe al Congreso, dentro de cinco días, los documentos del acuerdo.

Eso ocurre mientras el mandatario estadounidenses ha advertido que vetará cualquier legislación del Congreso de su país que intente bloquear la implementación de un acuerdo entre Teherán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, el Reino Unido, Francia y Alemania) sobre el programa de energía nuclear iraní.
Cabe mencionar que el secretario estadounidense de Defensa, Ashton Carter, viajará a los territorios ocupados palestinos la semana próxima, justo tras el anuncio de las conclusiones de los diálogos nucleares, que han sido criticadas por el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, quien ha asegurado que el régimen de Tel Aviv no se compromete con el "acuerdo nuclear" alcanzado en Viena.
Carter, sin dar detalles sobre su próximo viaje, se ha limitado a manifestar su satisfacción por la firma de un "acuerdo completo y verificable que impide a Irán dotarse de un arma nuclear", según un comunicado.

En la misma jornada de este martes, durante una conversación telefónica, Obama ha recalcado a Netanyahu, que lo acordado entre Irán y el G5+1 protege "la seguridad nacional de Estados Unidos y de Israel", según un comunicado de la Casa Blanca.
El régimen israelí siempre ha mostrado su oposición al proceso de diálogos nucleares, alegando que el programa iraní tiene dimensiones militares, en un intento por presionar a las partes occidentales a bloquear un eventual acuerdo definitivo, pues lo considera un “error estratégico” y una amenaza para su supervivencia.
Después de varios días de conversaciones maratónicas en Viena (capital de Austria), Irán y el Sexteto han llegado este martes a una conclusión sobre el Plan Integral de Acción Conjunta, el cual busca la eliminación de las sanciones antiraníes a cambio de algunos límites al programa de energía nuclear de Irán.

La conclusión se presentará, de acuerdo con los funcionarios iraníes, al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), para que después adopte una resolución dentro de 7 a 10 días, convirtiendo el Plan Integral de Acción Conjunta en un documento oficial.
Tal y como asegura la conclusión, basada en el respeto de las líneas rojas de Irán, las potencias mundiales reconocen el programa nuclear civil de Irán, incluyendo el derecho del país persa para desarrollar el ciclo completo de combustible nuclear.
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