Según esta orden temporal, aprobada por unanimidad el martes, están prohibidas las protestas en los funerales que se celebrarán a finales de esta semana.
El decreto de carácter urgente detalla que esta prohibición, que se aplicará a una distancia de 300 pies de la iglesia o cualquier otro edificio donde se celebra el entierro o acto conmemorativo, empezará una hora antes de la ceremonia y terminará una hora después.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el vicepresidente, Joe Biden, viajarán a Charleston el viernes para asistir en el funeral del senador demócrata del estado de Carolina del Sur, Clementa Pinckney, una de las víctimas.
Obama tiene previsto pronunciar el panegírico de Pinckney, quien murió el miércoles por la noche alrededor de las 21.00 hora local en la Iglesia Africana Metodista Episcopal (AME) Emanuel, cuando Dylann Roof, de 21 años de edad, entró y abrió fuego contra los fieles congregados para la misa.
Dylann Roof fue detenido el jueves por la mañana. Antes de llevar a cabo la matanza, había publicado un manifiesto racista donde comparaba a las personas de raza negra con los perros.
El presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., John Boehner, encabezará también una delegación del Congreso para asistir al funeral de Pinckney.
“El viernes, los miembros del Congreso viajarán a Charleston a presentar sus respetos a los familiares de las víctimas y expresar las condolencias del pueblo estadounidense”, dijo Boehner en un comunicado lanzado el martes al respecto.
En los últimos meses, Estados Unidos viene atravesando momentos de gran tensión, debido a las protestas antidiscriminatorias no solo de carácter racial, sino también religioso.
Según las cifras, los ciudadanos negros de EE.UU. mueren 21 veces más que los blancos en enfrentamientos con los agentes policiales.
La situación es tan grave que el mismo presidente Obama reconoció la amplia discriminación racial en la justicia de Estados Unidos.
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