Por 423 votos a favor y ninguno en contra, los legisladores estadounidenses dieron aprobación legislativa a la Ley de Prevención contra la Financiación Internacional de Hezbolá, lo que impone sanciones más duras contra el movimiento popular libanés.
El proyecto establece sanciones a todas las instituciones financieras internacionales que faciliten las actividades de Hezbolá a través de acciones tales como la prestación de servicios financieros significativos.
La legislación fue elaborada por el presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara, el republicano Ed Royce, y contó con el apoyo de otros nueve congresistas para someterse a votación en la Cámara Baja.
Ahora, con el consentimiento de la Cámara Baja, la moción tendrá que ser aprobada en el Senado del país norteamericano.
“Hezbolá representa una amenaza directa a la seguridad estadounidense e israelí, domina el Gobierno libanés, lucha junto al Gobierno sirio, y posee un arsenal de más de 100 mil cohetes”, alegó el Comité de Asuntos Públicos israelí-estadounidenses (AIPAC, por sus siglas en inglés), para luego urgir al Senado a adoptar también la legislación.
La Cámara Baja ya aprobó el año pasado una ley similar, que no logró obtener el voto de los senadores y fue rechazada.
La medida se produjo mientras los combatientes de Hezbolá junto al Ejército sirio han propinado últimamente certeros golpes a las filas terroristas y arrebatado varias localidades a los takfiríes apoyados por Washington y sus aliados regionales.
El movimiento se fundó en 1985, tras la invasión y ocupación del régimen israelí del sur de El Líbano.
Desde entonces, Hezbolá desempeñó un rol relevante en la región al fortalecer su poderío tanto militar como diplomático. Este movimiento fue un elemento vital en el fracaso de varios de los ataques del régimen de Tel Aviv contra su vecino El Líbano, en particular durante el 2000.
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