El proyecto incluye entre 80 y 100 bombarderos estratégicos para reemplazar a la enorme vieja flota de subsónicos B-52 Stratofortress, que ya han cumplido medio siglo de vida.
Según un informe del diario estadounidense The Wall Street Journal, el proyecto incluye entre 80 y 100 bombarderos estratégicos para reemplazar a la enorme vieja flota de subsónicos B-52 Stratofortress, que ya han cumplido medio siglo de vida.
Tras mencionar que parte de los actuales bombarderos estratégicos estadounidenses, son de tipo B-2, de largo alcance y capaces de transportar armas nucleares, y de tipo B-52, y B-1 que no cuentan con esas características, el informe apunta que los nuevos bombarderos además de su capacidad para transportar arsenal nuclear, también contarán con otras capacidades especiales como “no ir tripulado”.
Mientras se estima que el costo aproximado de un nuevo bombardero, sin incluir la parte de desarrollo, bordea los 550 millones de dólares por unidad, expertos de la Federación de Científicos Estadounidenses indicaron en 2014 que el costo unitario de la nueva aeronave podría acercase hasta los 810 millones de dólares.
Este proyecto, inicialmente previsto para esta primavera, forma parte de un programa del Pentágono denominado “Bombardero de Ataque de Gran Alcance”, cuyo desarrollo está a cargo de empresas e industrias militares internas, como Boeing, Lockheed Martin y Northrop Grumman.
En enero de 2014, el entonces secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel, anunció “ambiciosos planes para renovar el sistema de armas nucleares (de EE.UU.) modernizando las armas y construyendo nuevos submarinos, misiles y bombarderos para hacerlos llegar a destinos” más amplios.
El Pentágono tiene la intención de fabricar una docena de nuevos misiles balísticos submarinos, una nueva flota de bombarderos nucleares de largo alcance y nuevos misiles balísticos intercontinentales.
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