El mandatario ruso ha firmado un decreto en el que se levanta la prohibición de tránsito por el territorio de la Federación de Rusia de esos sistemas de misiles, su cruce por la frontera rusa y el suministro a la República Islámica de Irán de sistemas S-300.
A través de un comunicado, el Kremlin ha dado a conocer que el mandatario ruso ha firmado un decreto en el que se levanta la prohibición de “tránsito por el territorio de la Federación de Rusia de esos sistemas de misiles, su cruce por la frontera rusa y el suministro a la República Islámica de Irán de sistemas S-300”.
El anuncio viene semanas después de que Irán y el Sexteto firmaron (el pasado 2 de abril) un principio de acuerdo sobre el programa de energía nuclear, tras meses de diálogos.
Según el canciller ruso, Serguei Lavrov, esta decisión ha sido tomada en un intento por facilitar avances en las conversaciones nucleares entre Teherán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
Por otro lado, el titular de la Diplomacia rusa ha mantenido que el embargo misilístico a Irán ya es innecesario, puesto que, según argumenta, este sofisticado sistema antiaéreo sirve exclusivamente para defenderse y no representa amenaza alguna para nadie en la región, ni siquiera para el régimen israelí.
Poco antes, el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguei Riabkov, anunció que Moscú exigiría el levantamiento del embargo internacional de armas a Teherán una vez se firme el acuerdo nuclear con Irán, a finales del próximo mes de junio.
Entre las cuestiones no resueltas figuran la posibilidad y las condiciones para levantar el embargo armamentístico impuesto a Irán; la Federación Rusa exige su cancelación prioritaria como primer paso tras el cierre del acuerdo.
"Entre las cuestiones no resueltas figuran la posibilidad y las condiciones para levantar el embargo armamentístico impuesto a Irán; la Federación Rusa exige su cancelación prioritaria como primer paso tras el cierre del acuerdo (sobre el programa nuclear iraní)", subrayó el funcionario ruso.
Recordemos que de acuerdo con el reciente entendimiento logrado entre Irán y las potencias mundiales, ninguna de las instalaciones nucleares de Irán suspenderá sus actividades o será clausurada. Además, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), EE.UU. y la Unión Europea (UE) levantarán todas sus sanciones contra Irán.
Teherán y Moscú rubricaron en 2007 un contrato de 800 millones de dólares, por el cual Rusia debía haber suministrado a Irán al menos cinco baterías de sistemas móviles de defensa aérea S-300, capaces con sus misiles de interceptar y destruir simultáneamente varios misiles y aviones.
Sin embargo, Moscú durante el mandato del expresidente ruso Dmitri Medvedev se negó en 2010 a entregar los S-300 a Teherán en virtud a una resolución del CSNU que prohibía el suministro armamentístico a Irán.
Los misiles antiaéreos S-300 son similares a los Patriot estadounidenses y capaces de seguir y abatir varios blancos simultáneamente a alturas de hasta 27 kilómetros, con un alcance de hasta 200 kilómetros.
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