• El ministro cubano de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez, ofrece una rueda de prensa en La Habana, 16 de septiembre de 2015.
Publicada: miércoles, 16 de septiembre de 2015 18:19

El ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, asegura que pese a la reanudación de lazos Cuba-EE.UU., “sigue intacto” el bloqueo estadounidense impuesto desde hace más de 50 años contra la isla.

Luego de explicar la iniciativa cubana de presentar el próximo 27 de octubre el proyecto de una resolución ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para condenar el bloqueo, el canciller cubano ha destacado este miércoles que “en ese documento se reafirma que la política de Washington es una violación masiva y sistemática al pueblo cubano (…) debe ser dejada sin efecto en el tiempo más breve posible”.

Los daños acumulados del bloqueo (estadounidense) en relación con el valor del oro en el mercado internacional se calculan en 833 mil 755 millones de dólares”, indica el ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez.

De acuerdo con Rodríguez, en sus declaraciones en una rueda de prensa ofrecida en La Habana, la capital cubana, durante los últimos años e incluso mientras se desarrollaban los diálogos entre las partes, en los años 2014 y 2015, los embargos del Gobierno de Washington contra La Habana se han vuelto más fuertes.

A este respecto, también ha mencionado las persecuciones a las actividades financieras de Cuba y las progresivas multas contra las empresas con las que Cuba tiene relaciones comerciales, y ha indicado que “los daños acumulados del bloqueo en relación con el valor del oro en el mercado internacional se calculan en 833 mil 755 millones de dólares”.

“A mí me sorprende cuando algunos voceros del Departamento de Estado declaran que lo que se ha producido ahora a resultas del diálogo respetuoso y constructivo entre ambos Gobiernos, es un cambio de métodos, pero que persisten los mismos objetivos de la vieja, obsoleta, anclada en la guerra fría, cruel, inhumana, violadora de los derechos humanos, política de los Estados Unidos contra Cuba, que el presidente Barack Obama ha declarado su decisión de cambiar”, ha recalcado.

En este contexto, ha exigido a la comunidad internacional renovar el reclamo a respetar el derecho internacional, ya que, como ha explicado el presidente estadounidense Barack Obama, el bloqueo no ha cumplido ninguno de sus objetivos.

“Solo pretende causar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno cubano”, ha afirmado el canciller del país caribeño para después hacer referencia, como un solo ejemplo, a la situación y los sufrimientos de enfermos cubanos por falta de equipos indispensables para el tratamiento como fruto de las sanciones anticubanas.

A mí me sorprende cuando algunos voceros del Departamento de Estado declaran que lo que se ha producido ahora a resultas del diálogo respetuoso y constructivo entre ambos Gobiernos, es un cambio de métodos, pero que persisten los mismos objetivos de la vieja, obsoleta, anclada en la guerra fría, cruel, inhumana, violadora de los derechos humanos, política de los Estados Unidos contra Cuba, que el presidente Barack Obama ha declarado su decisión de cambiar”, recalca el canciller cubano.

Al final de sus afirmaciones, Rodríguez ha recordado que como ha sido planteado al culminar la etapa de establecimiento y apertura de embajadas, resulta imprescindible “entrar hacia el proceso de la normalización de relaciones bilaterales que no será posible mientras exista el bloqueo económico comercial y financiero contra Cuba”.

En este sentido, ha aseverado que “hay que juzgar por los hechos, por los datos, no por declaraciones o por expresiones de buena voluntad”.

El 17 de diciembre de 2014, Cuba y Estados Unidos sorprendieron al mundo al expresar su voluntad de iniciar un proceso de negociaciones a fin de normalizar las relaciones diplomáticas.

Los presidentes de Cuba y Estados Unidos, Rául Castro y Barack Obama, respectivamente, se dan la mano al margen de la VII Cumbre de las Américas, en abril de 2015.

 

Desde entonces, mantuvieron varias rondas de negociaciones al respecto, hasta que  el pasado 20 de julio, Cuba izó su bandera nacional en el Departamento de Estado estadounidense.

En esta misma dirección, el 14 de agosto, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, abrió oficialmente la embajada de EE.UU. en La Habana, calificando el hecho de una “valiente decisión” para cambiar el estado de las relaciones Cuba-Estados Unidos.

Sin embargo, en esa misma ceremonia, Kerry apuntó que el tema de sanciones anticubanas vigentes desde 1960 “queda en manos del Congreso”.

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