Según Washington, se habrían obtenido datos sobre cuatro millones de sus funcionarios. Y acusa del ataque, sin pruebas concluyentes, al Gobierno de Pekín.
El Gobierno chino lamenta, por irresponsables, las acusaciones de ciberespionaje vertidas estas últimas horas desde EE.UU. Pekín exige a Washington una actitud más constructiva para combatir, entre todos, esta amenaza global.
Para China, además, las acusaciones estadounidenses de ciberespionaje reflejan una doble moral especialmente desde que el resto del mundo también se siente espiado por EE.UU.
En realidad, muchos piensan que EE.UU. realiza estas acusaciones contra China para justificar su veto reciente a empresas tecnológicas del gigante asiático, como Huawei o ZTE. Pekín, sin embargo, prefiere desvincular los ataques informáticos de Gobierno y empresas.
Los ciberataques se saben de qué país proceden, pero es prácticamente imposible probar su autoría. Es más, a veces un ciberataque registrado en China o EE.UU., puede haber sido lanzado desde terceros países. Por esta razón, China pide pasar de las acusaciones sin fundamento a incrementar la cooperación internacional en este ámbito.
Alberto Lebrón, Pekín.
smd/nal