“Esperamos que Estados Unidos respete a China y a los países en desarrollo a la hora de resolver los asuntos relevantes que afectan a dichas partes”, ha declarado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hua Chunying.
Estas declaraciones se producen después de que el secretario de Defensa de EE.UU., Ashton Carter, anunciara en Tokio (capital japonesa), durante la misma jornada, que Washington actuará contra la militarización de las disputas territoriales en Asia.
Carter, ante la pregunta sobre otras disputas territoriales que China mantiene con Filipinas, ha respondido que Washington "se asegurará de que no haya ningún cambio del statu quo de forma coercitiva" en la región de Asia Pacífico.
La vocera china, por su parte, ha hecho hincapié en que el Gobierno de Pekín está decidido a “resolver las disputas con los países implicados a través del diálogo" y a restaurar la "paz y la estabilidad de la región".
Las relaciones entre las dos mayores economías del mundo se han visto afectadas por la competencia y las reivindicaciones territoriales entre China y sus vecinos, algunos de ellos aliados de EE.UU., en los mares de China Oriental y Meridional.
La India, Filipinas, Taiwán, Malasia, Japón, Brunéi y Vietnam son algunos países que claman la propiedad de islas situadas en esa región, donde existen grandes fuentes minerales y petroleras.
Pekín exige a Washington que no tome parte en dichas disputas territoriales, mientras la Casa Blanca alega que el único objetivo de sus medidas injerencistas es garantizar la seguridad en la zona.
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