Dávalos renunció el viernes a su cargo por un escándalo que ocasionó el llamado caso Caval después de que la derecha opositora chilena acusara al hijo mayor de la mandataria de “tráfico de influencias" porque, según ellos, Dávalos había participado en una reunión de la empresa de su esposa con el vicepresidente del Banco de Chile en noviembre de 2013 (en campaña electoral) en la que Luksic aprobó el préstamo de 6500 millones de dólares para la empresa Caval.
"La reunión se gestó en un marco entre privados, durante el Gobierno de Sebastián Piñera (derecha), en una época en la que yo trabajaba en el sector privado, y que trabajaba como trabajador dependiente de Caval Inversiones", ha declarado Dávalos en una entrevista con El Mercurio.
En respuesta de que si fue imprudente participar en esta reunión, ha explicado: "No creo que sea imprudente por una razón súper sencilla: si yo trabajo en el mundo privado, como llevaba trabajando mucho tiempo, no puedo estar preocupado de lo que pasa en el Gobierno".
Además, ha agregado que la presidenta de Chile no estaba al corriente del negocio inmobiliario que él estaba realizando con su esposa.
El préstamo fue otorgado por el banco el 16 de diciembre de 2013, al día siguiente del triunfo de Bachelet en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
El objetivo de este crédito bancario era adquirir unos terrenos rurales destinados a la construcción inmobiliaria, cosa que aún no ha sucedido.
A pesar de ello, el ente inmobiliario vendió esta semana los terrenos por un precio superior al de su compra.
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