El exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva condenó el jueves la decisión del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, de iniciar un juicio político contra Rousseff y consideró la iniciativa como “insana”.

Me siento indignado con lo que están haciendo con el país. Cunha sólo está pensando en él. No piensa en el país, en la economía. Brasil no merece eso. Es algo insano", declaró el exmandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
“Me siento indignado con lo que están haciendo con el país. Cunha sólo está pensando en él. No piensa en el país, en la economía. Brasil no merece eso. Es algo insano”, declaró Lula da Silva, al tiempo que acusó a Cunha de actuar bajo motivaciones personales.
Además aseveró que el juicio político da una oportunidad a quienes “querían una tercera vuelta en las elecciones”, en referencia a los sectores de la oposición que aún no han aceptado la derrota en las presidenciales del año pasado.
Por otra parte, los gremios, movimientos sociales y la Iglesia católica ratificaron su respaldo a la mandataria brasileña y censuraron la reciente decisión de la Cámara de Diputados.
El director de Comunicaciones de la Federación Única de Trabajadores (FUT), Francisco José de Oliveira, entre otros, repudió la medida y aseguró que llamará a todos a participar con los movimientos sociales, estudiantes y los que deseen en reuniones para definir las acciones a impulsar en contra del enjuiciamiento de Rousseff.
Anunció que la primera movilización se realizará el próximo martes y la Federación Única de los Petroleros (FUP) tiene previsto celebrar protestas en los estados de Minas Gerais (sureste) y Bahía (noreste).

Cunha, también acusado de corrupción en el marco de la estatal Petrobras, autorizó el miércoles la apertura de un juicio político contra Rousseff, quien señaló la improcedencia del pedido.
La misma jornada, los diputados del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) indicaron que votarán a favor de la apertura de una investigación contra Cunha en el Congreso, cuyo resultado podría poner fin a su mandato.
El martes, Cunha amenazó con un procedimiento de destitución contra la presidenta brasileña para evitar el voto en su contra en el Consejo de Ética del Congreso de los Diputados por parte del partido gobernante.
El 10 de octubre la oposición brasileña exigió la dimisión de Cunha, una vez que la Justicia de Suiza informara al susodicho del bloqueo de sus cuentas bancarias.
El 13 de octubre, el Tribunal Supremo Federal (TSF) de Brasil frenó el procedimiento planteado por Cunha para llevar a Rousseff ante los tribunales, al considerar que en la corte no se estaban siguiendo los pasos mencionados en la Constitución al respecto.
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