De acuerdo con el ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero, la reunión destinada a abordar el caso de los mineros así como unos presos, se ha celebrado este sábado en el Ministerio de Gobierno en La Paz (sede del Gobierno boliviano), con la participación de 52 delegados de organizaciones civiles de Potosí y tres ministros.
Para empezar tenemos un pliego de 26 puntos, de los cuales se han identificado que 12 de ellos estarían dirigidos (...) al Gobierno nacional, 5 a la Gobernación (de Potosí), y 9 a municipios", ha precisado el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
"Para empezar tenemos un pliego de 26 puntos, de los cuales se han identificado que 12 de ellos estarían dirigidos (...) al Gobierno nacional, 5 a la Gobernación (de Potosí), y 9 a municipios", ha precisado el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.

Por su parte, el presidente del Comité Cívico de Potosí (Comcipo), Johnny Llally, ha puesto como condición para avanzar los diálogos, la liberación de cuatro manifestantes, entre ellos un periodista, enviados a prisión preventiva por un juez por causar destrozos durante protestas mineras en el Ministerio de Gobierno.
La decisión de mantener una reunión bilateral, que según Romero será "por tiempo y materia, hasta agotar los temas", se ha tomado después de que el miércoles la derecha no asistió a la convocatoria de diálogo, realizada por el Gobierno.
Desde principios del mes en curso, las vías que llegan a Potosí han sido bloqueadas por los integrantes del Comcipo que exigen dialogar solo con el presidente boliviano, Evo Morales, para plantear sus demandas.

Entre sus reclamos, se encuentran la construcción de un complejo y una planta hidroeléctrica, una planta de energía eólica, un aeropuerto internacional, tres hospitales, dos represas, un paquete de proyectos viales y tres fábricas (vidrio, cal y cemento). El Gobierno asegura que la mayoría de estos programas están en ejecución.
Cabe recordar que desde el principio de las protestas, la Administración de Morales ha convocado a los manifestantes a dialogar con el fin de resolver las demandas del sector movilizado, en momentos en que los residentes de Potosí sufren el desabastecimiento de alimentos y aislamiento por el bloqueo de camino.
El pasado miércoles, el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera, denunció los ataques violentos de la ultraderecha en Potosí, en particular contra los ministros y periodistas.
Cabe mencionar que el pasado 19 de julio, el jefe de Estado boliviano culpó a Chile de provocar tales manifestaciones y tratar de crear confusiones en medio del buen momento que estaba viviendo Bolivia con la llegada del papa Francisco.
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