Los 23 opositores chiíes fueron declarados culpables por el tribunal Supremo bareiní de cargos relacionados con el terrorismo, incluyendo la instalación de artefactos explosivos que provocaron la muerte del agente de la policía.
El abogado de los activistas chiíes, Yasim Sarhan, ha afirmado que siete de esas personas están bajo custodia, mientras que el resto fueron juzgados en rebeldía, incluyendo el acusado del asesinato del policía.
Sarhan ha añadido que el tribunal también revocó la ciudadanía de los acusados, sin embargo, ellos pueden apelar el veredicto.
El lunes también, dos tribunales bareiníes sentenciaron a otros dos ciudadanos bajo cargos de “terrorismo”, el primero recibió la pena de cadena perpetua por el presunto intento de matar a dos efectivos de seguridad y el segundo fue condenado a tres años de prisión por haber tenido información previa sobre un supuesto ataque contra una estación de gas cerca de la capital.
Durante casi cinco años, Baréin es testigo de un levantamiento popular que se inició en un principio demandando una mayor liberación y democracia y acabó pidiendo lo que llaman políticas discriminatorias.
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