El principal autor del estudio, el profesor Kevin Dunn, tras encuestar a cerca de 600 musulmanes en Sídney, anuncia que dos tercios de los encuestados dijeron que habían experimentado racismo "al menos a veces" en sus lugares de trabajo, escuelas, o cuando se trata de la policía.
Esta elevada tasa de racismo en Sídney es un hecho, pese que alrededor del 97% de los encuestados musulmanes aseguró que sus relaciones con los no musulmanes eran amables y que sentían "un fuerte sentido de pertenencia" a Australia
Los resultados del estudio realizado por la Universidad de Sídney Occidental, la Universidad australiana de Charles Sturt y la Academia australiana de Ciencias Islámicas de Investigación se han publicados este lunes en la página Web ABC.
El informe revela que la tasa de desempleo entre los musulmanes australianos se sitúa en el 8,5 por ciento, una tasa de paro muy por encima de la general en Sídney (3,7 por ciento).
Los resultados de dicho estudio se abordarán en la segunda Conferencia de Australia sobre el Islam que se celebra hoy en Parramatta, el mayor distrito comercial en la ciudad metropolitana de Sídney.
El orador principal de la conferencia, el profesor John Esposito, de la Universidad de Georgetown, cree que la discriminación hace que los jóvenes musulmanes sean más vulnerables a la radicalización.

Esposito opina que las actividades de los grupos islamófobos, incluidos los ataques a mezquitas y lugares de culto musulmanes, provoca que los musulmanes “se sientan marginados de sus sociedades”, y eso “tiene mucho que ver con la política exterior occidental”.
En los últimos años, la ola de islamofobia y el odio racial en Australia ha aumentado drásticamente, sobre todo, tras los ataques terroristas del grupo EIIL (Daesh, en árabe) a algunos Estados occidentales.
Ante la preocupación de Canberra por el regreso de los ciudadanos australianos que se unieron a las filas de Daesh en Siria e Irak, el Ejecutivo elevó el nivel nacional de alerta contra el terrorismo a mediados de septiembre de 2014, estableciendo leyes antiterroristas.
No obstante, la comunidad musulmana australiana dice que tales normas inciden sobre los derechos y libertades de todos los australianos, pero "sobre todo los de fe musulmana".
Una encuesta publicada en marzo reveló que casi el 75 por ciento de los musulmanes australianos considera que las medidas antiterroristas están dirigidas injustamente contra ellos, y la mayoría de ellos cree que “están bajo asedio”.
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