Un crimen es un crimen (…) Aquellos que se arrepientan de haberse unido a Daesh en Siria no serán bienvenidos en casa”, advierte el premier australiano.
“Un crimen es un crimen (…) Aquellos que se arrepientan de haberse unido a Daesh en Siria no serán bienvenidos en casa”, ha advertido Abbott.
El primer ministro australiano ha asegurado que los terroristas arrepentidos serán detenidos al pisar suelo australiano, para luego ser procesados y encarcelados, pues "ellos pretenden permanecer en casa como terroristas", ha acotado.
Abbott ha descartado, además, la posibilidad de recibir a los terroristas que hayan violado la ley del país, hayan viajado a otros países para masacrar a inocentes y se hayan convertido en un asesino en nombre del extremismo.
Las declaraciones del premier australiano se producen meses después de que, según consta, tres ciudadanos, que viajaron a Irak o Siria para luchar por Daesh, expresaran su intención de volver a casa.
No obstante, las autoridades australianas no pueden asegurar que estos tres estén verdaderamente arrepentidos, y temen que supongan un peligro para el personal de la embajada a la hora de realizar los trámites necesarios para formalizar su ingreso a Australia.
Los mencionados terroristas australianos se enfrentarán a unos 25 años de cárcel si la justicia del país los encuentra culpables de combatir en las filas de un grupo terrorista.
Anteriormente, Canberra anunció que cerca de 100 australianos habían viajado a Siria e Irak para unirse a las filas del EIIL.
Y en diciembre de 2014, el fiscal general de Australia, George Brandis, anunció que al menos una veintena de ciudadanos australianos había muerto en Siria e Irak cuando luchaba junto al ultraviolento grupo takfirí.

En un vídeo publicado el pasado 15 de abril, Daesh amenazó al Gobierno de Australia con perpetrar ataques terroristas, cuchillo en mano, en el país oceánico, además de asegurar que los países occidentales serían sus próximos destinos.
La publicación de ese vídeo se produjo después de que el Gobierno de Australia anunciara el pasado 3 de marzo el envío de 300 soldados a Irak para ayudar a la denominada coalición anti-EIIL formada por Estados Unidos.
El país oceánico ha apoyado, junto a sus aliados occidentales, a los insurgentes y mercenarios en Siria, que luchan para derrocar al Gobierno de Damasco. Ahora, ante el temor de que el grupo takfirí suponga un gran peligro para su territorio, Australia se ha adherido a la denominada coalición anti-Daesh.
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