El mundo atraviesa un momento difícil, “nos quieren trasladar hacia la crisis y siguen habiendo intentos de devolver a los pueblos de América Latina a la política neoliberal que reinó por mucho tiempo”, ha destacado Fernández durante la conmemoración de los 199 años del Día de la Independencia, celebrada este jueves en la provincia de Tucumán (norte del país).
El mundo atraviesa un momento difícil, “nos quieren trasladar hacia la crisis y siguen habiendo intentos de devolver a los pueblos de América Latina a la política neoliberal que reinó por mucho tiempo”, ha destacado la presidenta argentina, Cristina Fernández.
Sin embargo, ha defendido el "proyecto de reindustrialización" ya iniciado por su fallecido esposo y antecesor en la Presidencia, Néstor Kirchner (2003-2007), y que ella continuó durante sus dos mandatos.
Asimismo luego de aseverar que “aun falta mucho más de este proyecto” ha subrayado que la reindustrialización fue "un objetivo estratégico para no quedar atado a las exportaciones de materias primas", en tiempos en que "nos quieren trasladar la crisis generada en los países centrales a los países emergentes, por eso caen los precios de los comodities".
No obstante, la mandataria ha agregado que "aun falta mucho más de este proyecto", en un acto transmitido por cadena nacional, a poco más de tres meses de las elecciones presidenciales del 25 de octubre y en el que participó el candidato presidencial del gubernamental peronismo, Daniel Scioli.
En este mismo contexto, ha elogiado la reconstrucción económica y social que ha logrado el Gobierno argentino en los últimos doce años, lo “que ha permitido a sus “empresarios ganar como nunca lo que habían hecho en las últimas décadas”.
Pero “si los argentinos no cuidamos lo logrado, lo que hemos conseguido en estos doce años, vendrán con políticas neoliberales”, ha advertido.
En otra parte de sus declaraciones ha expresado su apoyo al pueblo de Grecia en su lucha por salir de la crisis económica que enfrenta.
“Grecia está viviendo una situación casi idéntica a la que nosotros vivimos en 2001: el drama de políticas terribles, neoliberales, de ajuste permanente, que arrastran a la miseria, al hambre y al desempleo”, ha sostenido Fernández.
De igual manera ha enfatizado que los fondos buitre ya no solamente se encuentran en su país sino en el mundo entero, como en Grecia y Puerto Rico, en esta línea ha recordado que “Argentina impulsa en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) una convención internacional sobre la reestructuración de deudas soberanas que sirva de paraguas a los pueblos del mundo".
Durante el siglo XXI “se ha debatido y se seguirá debatiendo la recuperación de los pueblos y de los Estados frente a las amenazas de los imperios”, ha asegurado.
El país sudamericano mantiene un litigio con fondos especulativos (buitres) que exigen a Buenos Aires aceptar la sentencia de un tribunal federal de Nueva York a su favor por 1330 millones de dólares por bonos de deuda en default adquiridos desde 2001.
Si bien el país sudamericano tiene normalizada el 93 % de su deuda pública, el destino del 7 % remanente, en manos de acreedores que rechazaron las reestructuraciones de 2005 y 2010, quedó sujeto a batallas judiciales.
El pasado 29 de junio, el jefe del Gabinete de Argentina, Aníbal Fernández, criticó los ajustes impuestos por la troika a Grecia y consideró que la crisis se parece mucho a la de su país.
Cabe destacar que meses de negociaciones entre el Gobierno del primer ministro griego, Alexis Tsipras, y los acreedores no dieron resultados y tras las nuevas propuestas de los acreedores que piden más medidas de austeridad, Atenas convocó el referéndum del pasado 27 de junio.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, abogó públicamente a la opción ‘No’ del referéndum y su llamativa ha sido respondida positivamente por un 61,21 % de los griegos que participaron en el plebiscito, mientras el 38,74 % abogaron por el ‘Sí’.
Desde finales de 2009, Grecia está sumida en una grave crisis de deuda soberana, que ha causado un deterioro generalizado de los niveles de salud, ha reducido la esperanza de vida y ha hecho crecer la violencia y la delincuencia.
Atenas tendrá que seguir pagando cuotas de su deuda de cerca de 360 mil millones de euros a sus acreedores hasta el 2054.
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