Downing Street (la residencia del primer ministro británico, David Cameron) ha confirmado este martes que el Gobierno del Reino Unido ya no seguirá con la candidatura a este contrato de 5,9 millones de libras.
Esta puja para proporcionar entrenamiento adicional a Arabia Saudí ha sido revisada y el Gobierno ha decidido que no participará en la licitación. La revisión se ha producido siguiendo la decisión anunciada a comienzos de septiembre de cerrar la rama Just Solutions International del Ministerio de Justicia que proporcionaba algunos de estos servicios”, ha dicho un portavoz del primer ministro británico, David Cameron.
De este modo ha aducido que la medida no tiene nada que ver con la situación de los derechos humanos en este país ni con el caso del ciudadano del Reino Unido Karl Andree, que lleva un año en prisión en Arabia Saudí y afronta 350 latigazos por haber fabricado vino. “Son temas separados”, ha recalcado una portavoz de Downing Street.
El secretario de Justicia del país europeo, Michael Gove, ya había exhortado al retiro de la puja, pero se había encontrado con la reticencia del propio Cameron y del ministro de Exteriores, Philip Hammond.
“Esta puja para proporcionar entrenamiento adicional a Arabia Saudí ha sido revisada y el Gobierno ha decidido que no participará en la licitación. La revisión se ha producido siguiendo la decisión anunciada a comienzos de septiembre de cerrar la rama Just Solutions International del Ministerio de Justicia que proporcionaba algunos de estos servicios”, ha dicho un portavoz del premier británico.
Downing Street ha descrito como “muy preocupante” la situación del encarcelado británico y ha asegurado que Cameron intervendrá para que él no sea azotado en el territorio saudí, tal y como lo había solicitado la familia del prisionero.
“Dadas las inquietudes y el hecho de que querríamos ver más progresos, el primer ministro escribió hoy a una alta figura del Gobierno saudí para darle más relevancia al caso”, ha apostillado.
A la familia de Andree le preocupa que el castigo dictado, teniendo en cuenta su edad y el estado físico, lo mate.
El hijo de Andree había expresado su temor a que “los negocios” entre ambos países afectaran a las posibles acciones que pueda tomar Cameron y que Londres no quisiera molestar a su principal socio comercial en Oriente Medio y primer destino de sus exportaciones de armas.
La medida ha provocado la reacción del líder laborista Jeremy Corbyn, quien ha acusado a Cameron de “haberse echado atrás solo después de la polémica creada en el Gobierno".
“(Cameron) ha dado un giro avergonzado por este terrible contrato”, ha dicho Corbyn, que había pedido la intervención del premier británico para evitar que el joven chií Ali al-Nimr sea decapitado y crucificado por participar en las protestas contra el régimen de Al Saud.
“Deberíamos enviar un fuerte mensaje a los regímenes represivos que diga que el Reino Unido es un faro de los derechos humanos”, ha enfatizado.
Al-Nimr fue detenido con 17 años, en 2012, durante las protestas antigubernamentales y es sobrino del destacado clérigo chií saudí Sheij Nimr Baqer al-Nimr, también condenado a muerte por cargos de perturbación de la seguridad del reino a través de sus discursos antigubernamentales y su defensa de los derechos de los presos políticos.
Amnistía Internacional (AI) tildó el pasado mayo de “horrible” la situación de los derechos humanos en Arabia Saudí y lamentó que el monarca saudí, en lugar de adoptar medidas para mejorar tales circunstancias, haya optado por una “represión permanente” contra sus detractores.
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