"Es inaceptable y amoral acusar a Turquía de comprar petróleo a Daesh. Si hay documentos, deberían mostrarlos, que los veamos. Si se demuestra, yo no me quedaré en el cargo", afirmó Erdogan el lunes durante su intervención en la Cumbre del Clima de París, celebrada en París, la capital francesa.
Es inaceptable y amoral acusar a Turquía de comprar petróleo a Daesh. Si hay documentos, deberían mostrarlos, que los veamos. Si se demuestra, yo no me quedaré en el cargo", afirmó el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan.
Sus declaraciones se produjeron luego de que varias fuentes, incluidas sirias, iraquíes y rusas, anunciaran que Turquía le compra petróleo a Daesh a 20 dólares por barril y de este modo en los últimos ocho meses Daesh ha ganado unos 800 millones dólares.
El jefe del Estado turco insistió en que Ankara nunca ha comprado petróleo a los takfiríes y que las fuentes desde las que los turcos reciben el “oro negro” son Rusia, Irán, Azerbaiyán, Irak, Argelia, Catar y Nigeria.
Además que su nación, desde el comienzo de la crisis en Siria, ha luchado “honestamente” contra los takfiríes y ni en una ocasión ha entablado negocios con los terroristas.
No obstante hay amplias evidencias de la asistencia del Gobierno turco a Daesh en múltiples ámbitos, incluidos el tráfico del petróleo, la movilización de recursos y takfiríes desde Turquía a Siria y viceversa y hasta les suministra electricidad a ellos.
El reciente caso del derribo del caza Sujoi Su-24 ruso por la Aviación turca también parece estar relacionado al apoyo de Ankara al EIIL: el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró el lunes que Turquía derribó el avión ruso para proteger los suministros petroleros de Daesh ante los bombardeos de las Fuerzas Aeroespaciales de Rusia.
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