En una carta enviada el martes al mandatario sirio, el senador estadounidense enfatiza que la crisis siria no es fruto de un malestar interno, sino que es “una guerra ilegal de agresión por parte de potencias extranjeras destinada a imponer un régimen títere en Siria”.
En este contexto, agrega que el general Wesley Clark, excomandante supremo aliado de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) en Europa, reveló en 2001 que las potencias occidentales habían desarrollado planes para derrocar al Gobierno de Damasco.
“Sin embargo, después de quince años de la subversión militar, la OTAN, Arabia Saudí y Catar todavía no pueden presentar un solo líder revolucionario que goce del apoyo del pueblo sirio”, prosigue el senador del estado de Virginia (este) en su misiva.
A este respecto, recalca que las potencias extranjeras “no tienen derecho” a revocar elecciones legítimas e imponer su voluntad al pueblo sirio. “Solo los sirios deben determinar su destino y lejos de cualquier intervención extranjera”.
“Estoy decepcionado con el hecho de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ignore la interferencia ilícita en los asuntos internos de Siria”, precisa Black, para después indicar que antes del inicio del conflicto, Siria registraba la mayor libertad religiosa y la mayor igualdad de las mujeres en el mundo árabe, entre otros privilegios definidos en la Constitución siria.
En este sentido, pide a Washington dejar de criticar al Gobierno sirio y urgir a sus aliados –Jordania, Arabia Saudí, Catar, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Kuwait– a otorgar libertades similares a sus pueblos.
Igualmente, tras lamentar la respuesta estadounidense a las operaciones antiterroristas de Rusia en Siria enviando misiles antitanque modelo TOW a los terroristas, el senador recuerda que esta iniciativa “amenaza la aviación civil de todo el mundo”.
Asimismo, revela ayudas militares de EE.UU. al grupo terrorista Yeish al-Fath, y recuerda que como esta agrupación terrorista incluye también al Frente Al-Nusra, afiliado a Al-Qaeda, en realidad “EE.UU. está armando a la misma organización terrorista responsable de la muerte de 3000 estadounidenses el 11 de septiembre (de 2001)”, y lo califica de una “traición a las víctimas”.
Por otro lado, después de hacer referencia a los apoyos de Turquía, Arabia Saudí y Catar a los terroristas en Siria, el senador manifiesta que “me sentí satisfecho por la intervención de los rusos contra los ejércitos invasores en Siria. Con su apoyo, el Ejército sirio ha dado pasos determinantes contra los terroristas”.
En esta línea, destaca que Turquía es el patrocinador “más leal” del grupo terrorista takfirí EIIL (Daesh, en árabe), ya que representa el principal canal para el flujo de elementos, armas, ayuda sanitaria y comercial, además de no haber tenido un papel significativo en la llamada coalición internacional anti-EIIL, liderada por el país norteamericano.
Black felicita las victorias cosechadas hasta la fecha por el Ejército sirio en su lucha antiterrorista y resalta que “estoy convencido de que se producirán muchas más de esas victorias más delante”.
El senador estadounidense concluye su carta dando las gracias “al liderazgo y al Ejército sirios por proteger la vida de los cristianos y de toda la buena gente inocente de Siria”.
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