"Durante los últimos años, desde el Pentágono nos llegan consejos sobre la necesidad de cambiar nuestra estrategia en Siria para 'ayudar' a EE.UU. a alcanzar allí una transición política de poder. Especialmente a estos consejeros les recordamos que el objetivo de nuestra operación en Siria es destruir el terrorismo, la principal y más evidente amenaza de seguridad para nuestro país y el mundo", ha destacado este jueves el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, el general mayor Ígor Konashénkov.
Durante los últimos años, desde el Pentágono nos llegan consejos sobre la necesidad de cambiar nuestra estrategia en Siria para 'ayudar' a EE.UU. a alcanzar allí una transición política de poder. Especialmente a estos consejeros les recordamos que el objetivo de nuestra operación en Siria es destruir el terrorismo, la principal y más evidente amenaza de seguridad para nuestro país y el mundo", ha destacado el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, el general mayor Ígor Konashénkov.
De acuerdo con la agencia local de noticias RIA Novosti, Konashénkov ha enfatizado que Moscú no ha tenido “otro tipo de estrategias y no las habrá" diferentes en las incursiones diarias que realiza, desde el 30 de septiembre de 2015, en Siria contra EIIL (Daesh, en árabe) y otras bandas terroristas a petición del presidente sirio, Bashar al-Asad.
Ha puesto de relieve que cualquier decisión política sobre Siria —como formular un gobierno de transición— debe ser resulta exclusivamente por los mismos sirios “en la mesa de negociación" y no por otros países.
Konashénkov ha indicado que la comunidad internacional ha experimento claramente las consecuencias de la estrategia de la Casa Blanca en el Oriente Medio y también sobre las denominadas “transiciones políticas”.
En lugar del triunfo de la democracia —ha lamentado el representante oficial de la Cartera rusa de Defensa— existe destrucción, sangre y refugiados, aludiendo así a la crisis que vive Siria desde hace casi cinco años impulsada por grupos armados patrocinados por países extranjeros y que ha dejado más de 260.000 muertos, según cifras del opositor Observatorio Sirios de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres (capital británica).
"¿Es por eso por lo que ahora las estrategias transoceánicas hablan de la necesidad de efectuar operaciones terrestres en Siria y Libia? ¿Quizá nuestros consejeros deberían dejar de pisar una y otra vez el mismo rastrillo?", sentencia.
Con estos cuestionamientos, el funcionario ruso se ha referido a los bombardeos de la llamada coalición anti-EIIL, liderada por Estados Unidos, en Siria y cuya efectividad Damasco ha puesto en tela de juicio amén de denunciar que ha causado serios daños estructurales y muchas víctimas civiles.
Además, mientras varios informes hablan de otra posible intervención militar del Occidente en Libia, al igual que la de 2011 que derrocó al exdictador libio Muamar Gadafi, Washington advirtió de la amenaza que supone el grupo terrorista Daesh en este país para su estabilización, pues sufre un vacío de poder, del que distintos grupos armados se aprovechan para aumentar fortalecer su presencia en el país norteafricano.
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