“La actual situación en Siria no favorece a Turquía ni a Irán, y para superarla estos dos países, como principales actores, han de aumentar sus cooperaciones e impedir intervenciones de terceros”, ha enfatizado este sábado el vicecanciller iraní para Asuntos de Asia y Pacífico, Ebrahim Rahimpur.
En declaraciones desde Ankara, capital turca, el titular iraní afirma que los contactos y las vías diplomáticas entre Irán y Turquía jamás se han roto: “La naturaleza de las relaciones de vecindad obliga a mantener incesantes relaciones, aunque haya discordias en algunos casos”.
“La actual situación en Siria no favorece a Turquía ni a Irán, y para superarla estos dos países, como principales actores, han de aumentar sus cooperaciones e impedir intervenciones de terceros”, ha enfatizado este sábado el vicecanciller iraní para Asuntos de Asia y Pacífico, Ebrahim Rahimpur.
De acuerdo con Rahimpur, la disminución de las relaciones Teherán-Ankara se debe, en realidad, a otras prioridades: las elecciones en Turquía y los diálogos nucleares Irán-Grupo 5+1 (Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania).
Con respecto a la crisis siria, el vicecanciller iraní destaca el plan de Irán para luchar contra el terrorismo, hacer progresar los diálogos “ganar-ganar” entre los sirios y promocionar la paz y la estabilidad en el territorio árabe.
También se ha referido a las intenciones de Arabia Saudí de enviar fuerzas terrestres a Siria y llama a los actores principales en la crisis siria a impedirlo porque “se trata de una broma”, si se tiene en cuenta el gran chasco saudí en Yemen.
Ante las constantes victorias de las fuerzas sirias contra las bandas terroristas, el pasado jueves 4 de febrero, Arabia Saudí, firme opositora al Gobierno de Damasco, anunció que estaba dispuesta a participar en cualquier operación terrestre liderada por EE.UU. en suelo de Siria.
La propuesta de Riad ha recibido el visto bueno de sus aliados regionales y extraregionales, incluidos los Emiratos Árabes Unidos (EAU) —aliado número uno de Riad en su ofensiva contra Yemen—, y de EE.UU., que inopinadamente la considera plausible.
En la misma jornada, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Mark Toner, informó de que Washington está discutiendo con Riad cómo poner en práctica la iniciativa militar saudí para luchar contra Daesh en Siria.
Días después, fuentes militares saudíes, citadas este sábado por la cadena estadounidense de noticias CNN, desvelaron que Arabia Saudí y sus aliados estaban entrenando a una unidad, integrada por 150 000 soldados saudíes, egipcios, sudaneses y jordanos, para realizar una eventual intervención militar por tierra en Siria.
El Gobierno sirio no duda de que la postura “antiterrorista” de EE.UU. y Arabia Saudí no es más que un pretexto para deponer a la Administración del presidente Al-Asad, puesto que tanto Washington como Riad han intentado por sistema expulsar del poder al mandatario árabe. Damasco ha comentado que, en caso de una invasión a su territorio, las tropas nacionales darán una respuesta contundente al agresión.
Recordemos que en los últimos años algunos países del Occidente y del Oriente Medio, mismamente, EE.UU., Arabia Saudí, Catar, Jordania y Turquía, han brindado apoyo omnímodo a los grupos terroristas que operan en Siria e Irak para alcanzar sus propios objetivos políticos.
Distintos informes indican que Riad, miembro de la denominada “coalición anti-Daesh”, suministra apoyo logístico y militar a los integrantes de Daesh y financia a los grupos extremistas que operan en Siria.
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