"Imagínese que todos estemos aquí" reunidos, dijo el domingo una mujer de 54 años, emocionada luego de tocar apenas con las manos a su hijo que acudió del lado estadounidense para felicitarla y llevarle como regalo la música de un grupo de mariachis.
Esta mujer, que prefirió no dar su nombre para no afectar el proceso de legalización de su hijo en Estados Unidos, vive desde hace cinco años en Tijuana, ciudad fronteriza con la estadounidense San Diego, en California, tras haber sido deportada.
Las agrupaciones estadounidenses Asociación Angeles de la Frontera y Madres Soñadoras (Dreamers Mom) organizaron el reencuentro entre madres e hijos en la malla divisoria entre los dos países que está en esa zona de la frontera y que se extiende hasta el Océano Pacífico.
Las familias aprovecharon para celebrar el Día de la Madre que se festejó el domingo en Estados Unidos, mientras que en México es el 10 de mayo.
Algunas personas que han sido deportadas compraron ramos de rosas que llevaron a sus madres, pero ellas no las pudieron recibir del otro lado de la malla.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció en 2014 una serie de decretos para postergar la deportación de la mitad de 11 millones de indocumentados que hay en su país, un gran porcentaje de ellos mexicanos.
Pero esta iniciativa a sido bloqueada por un tribunal y en 26 estados, casi todos de mayoría republicana, se negaron a implementar las medidas.
La decisión ahora está en manos de la Corte Suprema, que tendrá que decidir a finales de junio si continúa el bloqueo a la propuesta de Obama.
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