La firma del documento, que se ha celebrado en la sala Constitucional del Congreso de los Diputados, ha contado con la presencia de los equipos negociadores de PSOE y Ciudadanos. Esto ha sido después de que Sánchez anunciase el martes que aceptaba las cinco propuestas de reforma constitucional exigidas por Ciudadanos para llegar a un acuerdo de Gobierno.
El documento del acuerdo "para un gobierno reformista y de progreso" recoge el programa de un nuevo Ejecutivo, en el que destaca una reforma de la Constitución, una reforma fiscal y laboral, una defensa cerrada de la unidad de España y el compromiso a vetar todo intento de "convocar un referéndum" para "impulsar la autodeterminación de cualquier territorio" del país, como una consulta sobre la independencia de Cataluña (noreste).
Al margen de esto, los partidos han llegado a un "pacto complementario" en materia de lucha contra la corrupción por el que se comprometen a no incorporar a sus listas electorales ni nombrar como altos cargos a personas que a partir de hoy sean investigadas por el Ministerio Fiscal por delitos relacionados con la corrupción, y a cesar altos cargos que también sean investigados tras la firma de este documento.
Sánchez y Rivera, que han comparecido tras la firma para explicar el pacto a los medios, han coincidido en que "no ha sido nada fácil" llegar al acuerdo. "Vamos a tener que buscar apoyos y convencerlos de que se sumen a este acuerdo de constitucionalistas", ha declarado Rivera, quien no ha descartado entrar en el Gobierno "para ejecutar este acuerdo".
"Si el PSOE se decanta por la gran coalición solo podemos mostrar nuestra gran preocupación" @Irene_Montero_ #AcuerdoPSOECsARV
— PODEMOS (@ahorapodemos) February 24, 2016
Sin embargo, tal y como recuerdan desde Podemos, el pacto no reúne los escaños suficientes para garantizar la investidura de Sánchez el próximo 1 de marzo, dado que ahora suman 130 entre los dos, lejos de la mayoría absoluta –176– y menos que los votos que tendrían en contra, 220.
Podemos, que disiente de los programas de Ciudadanos y defiende la celebración de un referéndum en Cataluña, considera que tal pacto supone un consenso a tres entre el Partido Popular (PP), PSOE y la formación naranja de Albert Rivera, a veces referido como "la gran coalición".
Por este motivo, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, indicó el martes que el pacto recién rubricado no es un pacto de gobierno, ya que para ello tendría que sumarse el PP. Su formación aboga por un Ejecutivo de coalición de las fuerzas de izquierdas junto al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Compromís e Izquierda Unida (IU), que sumaría 161 votos y precisaría, al menos, la abstención de alguna otra formación.
Paralelamente, el martes continuaron las negociaciones a cuatro sobre el programa de un hipotético “Gobierno del cambio”, y este miércoles volverán a reunirse, aunque, según fuentes de la dirección de Podemos, "se avanza lentamente y aún quedan por concretar diversas cuestiones de gran calado".
El presidente del Gobierno en funciones y líder del PP, Mariano Rajoy, ha indicado este miércoles antes de la firma del acuerdo PSOE-Ciudadanos que éste "no sirve para nada", y ha subrayado la falta de apoyos para sacar adelante la investidura. El PP, que apuesta por "la gran coalición", cree que deben estar al frente del nuevo Gobierno por haber ganado las pasadas elecciones de diciembre, a pesar de que no obtuvieron la mayoría absoluta.
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