• Mark Toner, viceportavoz del Departamento de Estado de EE.UU.
Publicada: viernes, 8 de abril de 2016 4:51

EE.UU. reconoce haber financiado a los periodistas que investigaron el escándalo de los papeles de Panamá, tal y como reveló el portal de filtraciones Wikileaks, aunque rechaza haberlo hecho con un “objetivo”.

"(Los periodistas) recibían financiación de varias fuentes, incluido el Gobierno de EE.UU.", admitió el jueves el viceportavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Mark Toner, durante una rueda de prensa, refiriéndose a la reciente filtración masiva de documentos sobre empresas en paraísos fiscales.

(Los periodistas) recibían financiación de varias fuentes, incluido el Gobierno de EE.UU.", admitió el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Mark Toner.

El portavoz confirmó que los recursos se entregaron mediante la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), un organismo que a pesar de ser independiente recibe directrices estratégicas del Departamento de Estado y cuyo objetivo es el de reforzar la política exterior estadounidense, sea directamente o a través de agencias subsidiarias.

Las declaraciones de Toner se produjeron un día después de que Wikileaks revelase que la filtración de los papeles de Panamá con miras a "atacar" mediante ellos al presidente ruso, Vladimir Putin, fue organizada por el Proyecto de Información sobre Crimen Organizado y Corrupción (OCCRP, por su acrónimo inglés) y financiada por la USAID, así como por el fondo del multimillonario y especulador financiero George Soros.

A pesar de ello, Toner argumentó que los informadores fueron financiados "no para perseguir ciertos objetivos o personas, sino para que realicen investigaciones independientes periodísticas" y aseguró que EE.UU. no tuvo constancia de antemano de los resultados de la investigación de los documentos, ya que, alega, no se involucró en su trabajo.

Putin resaltó el mismo jueves que los papeles de Panamá son parte de un complot impulsado por el Occidente para debilitar a Rusia, y que detrás de esta filtración están cargos públicos y los órganos oficiales del propio Estados Unidos.

A principios de semana, el Kremlin calificó de "Putinofobia" las acusaciones mediaticas hacia el presidente ruso, que a pesar de no figurar en la lista de implicados, los medios occidentales han insistido en vincular con el escándalo, en el que sí aparece el nombre de varios de los allegados de Putin.

Los llamados papeles de Panamá, que afectan a más de 140 políticos y altos funcionarios de todo el mundo, entre ellos varios jefes o ex jefes de Estado, o a sus familiares, se refieren a más de 11,5 millones de documentos filtrados del bufete panameño Mossack Fonseca, especializado en la gestión de capitales en paraísos fiscales.

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