“He cometido el crimen de sacar un lema político de la zona reservada para personal del hotel (…) Mi delito es muy grave y planificado”, dijo el lunes Warmbier, añadiendo que estaba impresionado por el “trato humanitario hacia los criminales como yo” por parte de Corea del Norte.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, John Kirby, acusó a Pyongyang de buscar sus “fines propagandísticos” por obligar al estudiante estadounidense a confesar.
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