“China siempre respeta y apoya la libertad de navegación en el mar de la China Meridional otorgada por el derecho internacional a todos los países. Sin embargo, nos oponemos a cualquier violación de nuestra soberanía, seguridad e intereses marítimos bajo excusas de la liberta de navegación”, ha declarado este lunes el portavoz de la Cancillería china, Lu Kang.
China siempre respeta y apoya la libertad de navegación en el mar de China Meridional otorgada por el derecho internacional a todos los países. Sin embargo, nos oponemos a cualquier violación de nuestra soberanía, seguridad e intereses marítimos bajo excusas de la liberta de navegación”, declara el portavoz de la Cancillería china, Lu Kang.
El pasado sábado, el destructor de la Marina estadounidense USS Curtis Wilbur navegó a 12 millas náuticas de distancia de la isla Tritón, en el archipiélago de Paracel (Xisha, para los chinos), que es reclamado aparte de China por Vietnam y Taiwán. La medida ya fue condenada por Pekín, que la calificó de una “deliberada provocación”.
El vocero chino ha denunciado que el “propósito real” de la navegación del buque militar estadounidense es “promover la hegemonía marítima” de Washington, usando como pretexto la defensa de la “libertad de navegación”.
Ha advertido asimismo de que las acciones de EE.UU. en el referido mar “no se realizan en la realidad con lo que reconoce la ley internacional” y que se están llevando a cabo con “total despreocupación” en torno a la seguridad y soberanía de los Estados de la región.
Lu además ha urgido a Washington a dejar de mostrar sus músculos en las disputadas zonas del mar de China Meridional, “Aconsejamos a EE.UU. que cese lo antes posible sus movimientos que dañan a los demás, sin que le beneficie”, ha remarcado.
Las actividades de Washington en la región, algo “peligrosas e irrazonables” para Pekín, son las principales causas de la militarización del mar de la China Meridional y ponen en peligro “la paz y la estabilidad regional”, ha criticado.
El mar de China Meridional es una extensión muy disputada del océano Pacífico. Pekín reclama casi un 90 % de su territorio, y en especial la soberanía de las islas Spratly (llamadas Nansha por China) —una zona cuya soberanía o parte de ella reclaman también Filipinas, Vietnam, Taiwán, Malasia y Brunéi—.
China y EE.UU. viven tensas relaciones por las reclamaciones territoriales de China, tensión que se agravó en mayo del año pasado con la construcción de islas artificiales por el país asiático.
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