• Michel Temer, nuevo presidente del Gobierno interino de Brasil.
Publicada: domingo, 15 de mayo de 2016 17:40

El Gobierno interino de Brasil criticó la postura de los gobiernos de la región ante la transición política que vivió el país y el proceso de enjuiciamiento de Dilma Rousseff.

Mediante un comunicado publicado el viernes, rechazó “enfáticamente” que los países vecinos “se permitan opinar y propagar falsedades sobre un proceso político interno en Brasil”.

En otras declaraciones, el actual gobierno arremetió contra el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanos (Unasur), Ernesto Samper, por expresar su apoyo a la exmandataria. Samper aseguró que el bloque regional tiene previsto velar para que la presidenta brasileña tenga garantizado su legítimo derecho a la defensa durante el referido juicio.

(La suspensión de Rousseff) responde a acciones coordinadas de poderes fácticos tradicionales y conservadores, nacionales e internacionales, que se unieron en contra del pueblo brasileño”, sostuvo el partido opositor de Guatemala, Winaq.

La reacción del nuevo Gobierno brasileño se produce en una circunstancia en que un número significativo de los Estados regionales, entre ellos Venezuela, Cuba, Bolivia y México, rechazaron la suspensión de Rousseff a su cargo y lo evaluaron como un golpe de Estado.

El presidente de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén, se sumó el sábado a la presión regional cuando no reconoció el Gobierno interino de Michel Temer ya que, según su criterio, hay una manipulación política.

El Gobierno de Ecuador, a su vez, expresó en la misma jornada su “profunda preocupación” por la crisis política que experimenta Brasil y reiteró su respaldo a la presidenta “legítima depositaria del mandato popular”.

Entre tanto, el partido opositor de Guatemala, Winaq, condenó la decisión del Senado de Brasil de alejar a Rousseff de la Presidencia del país y lo consideró como “un golpe a la democracia y a los procesos de liberación de los pueblos de América Latina”.

(La suspensión de Rousseff) responde a acciones coordinadas de poderes fácticos tradicionales y conservadores, nacionales e internacionales, que se unieron en contra del pueblo brasileño”, dijo en su comunicado.

Debido al inicio del proceso de impeachment contra Rousseff, la presidenta ha sido sustituida temporalmente por el ahora presidente interino y exvicepresidente Michel Temer. Esta sustitución durará hasta el fin del mandato legal de Rousseff, es decir hasta 2018, en caso de que Rousseff sea declarada culpable.

La mandataria ha sido acusada por la oposición de “maniobras irregulares para maquillar” cuentas públicas. Sin embargo, ella ha cuestionado en diversas ocasiones la legalidad del juicio político en su contra e insiste en que el impeachment carece de toda base legal.

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