“No hubo desvío de poder ni un intento de obstruir a la justicia. (…) No hay en la designación un intento de escapar de una investigación. La finalidad es indiscutible”, ha señalado este jueves en un comunicado la Abogacía General de la Unión (AGU), que representa y defiende al Estado en este caso.
Para el ministro jefe de la AGU, José Eduardo Cardozo, la decisión del magistrado, Itagiba Catta Preta Neto, del Tribunal Federal de Brasilia viola la separación de poderes ya que a su juicio, solo el jefe del Gobierno es capaz de nombrar y destituir a los ministros.
No hubo desvío de poder ni un intento de obstruir a la justicia. (…) No hay en la designación un intento de escapar de una investigación. La finalidad es indiscutible”, asegura la Abogacía General de la Unión (AGU).
Tras haber considerado la decisión de Preta como un intento para acabar con el Gobierno actual, ha asegurado que Lula seguirá obligado a comparecer ante la Corte Suprema para explicar sus supuestos vínculos con el caso del escándalo de la estatal Petrobras.
La crisis se profundizó en el país suramericano luego de que el juez Sergio Moro, encargado de investigar sobre el caso de corrupción en Petrobras, liberara el miércoles un audio de una conversación entre Lula y Rousseff. Las grabaciones generan la sospecha de que la mandataria designó a Lula ministro para demorar el proceso judicial contra el expresidente.
Respecto al tema, Rousseff ha calificado de ilegal dicha grabación y su divulgación y ha sostenido que así comienzan los golpes de Estado.
“No tendrán fuerza política para provocar el caos y la convulsión social (...) La gritería de los golpistas no me va a sacar del Gobierno, no va a poner a nuestro pueblo de rodillas”, ha subrayado.
El juez Moro, que reconoció que no hay evidencias en las filtraciones "de conducta inapropiada", justificó la divulgación de los audios a partir del "interés público y la previsión constitucional de publicidad de los procesos".
El exmandatario brasileño ha asumido este jueves el cargo en medio de protestas de grupos opositores. Antes de la ceremonia, los partidarios de Lula se enfrentaron brevemente con opositores al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) a las afueras del palacio.
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