"Sí se puede frenar los despidos" y "¡basta de tarifazos!", han sido algunos de los lemas que gritaban este jueves los indignados manifestantes, algunos de los cuales interrumpieron el trabajo en algunas oficinas públicas.
Los aumentos en tarifas incluyen un promedio de 500 % en electricidad y agua, y cerca del 300 % en el gas, además de un incremento de telefonía y el aumento de combustibles a un ritmo de 6 % mensual desde diciembre.
No comparto ajustes brutales de agua, gas, transporte en medio de tan alta inflación, no se puede ahogar a la sociedad que nos apoya en el cambio", ha dicho la diputada argentina Elisa Carrió, aliada de Macri.
El transporte y sobre todo los boletos de trenes y autobuses de la populosa área metropolitana de Buenos Aires, la capital argentina, ha sido otro sector que ha registrado un aumento del 100 % en tarifas.

El poderoso sindicato Asociación Trabajadores del Estado (ATE) cifra en 9.000 los despedidos en el sector público nacional y 25.000 si se suma el sector provincial y comunal.
Mientras el Gobierno de Mauricio Macri justifica las medidas diciendo que formaron parte de la campaña electoral del presidente, los mayores sindicatos obreros del país sudamericano han advertido de que con estas iniciativas, "se terminó la luna de miel" con el Ejecutivo.
Hay convocatorias a huelgas nacionales en todo el país en varios gremios de gran peso, entre ellos los camioneros y los trabajadores de la estatal Aerolíneas Argentinas, que han anunciado un paro para el viernes.
Las protestas gremiales en Argentina han ido más allá de los ministerios. ATE, con el respaldo de dos centrales obreras, ha denunciado ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) "la persecución que sufren los trabajadores públicos en sus sectores de trabajo y los despidos masivos".
Los ajustes y despidos han tenido oponentes incluso entre los políticos y parlamentarios afines al Gobierno. La diputada Elisa Carrió, aliada de Macri, ha denunciado las medidas, advirtiendo de que ahogan a la población civil.
"No comparto ajustes brutales de agua, gas, transporte en medio de tan alta inflación, no se puede ahogar a la sociedad que nos apoya en el cambio", ha dicho Carrió.
Tras adoptar una serie de “medidas reformistas” —en particular en el sector económico y laboral— una vez instalado en la Casa Rosada, el presidente Macri se enfrenta a las críticas y manifestaciones de rechazo de la nación argentina en su conjunto.
Según indica un estudio realizado por la consultora Tendencias Económicas, unos 108.000 trabajadores estatales a escala nacional, provincial y municipal han sido despedidos desde que Macri se hizo con las riendas de Argentina.
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