"Ahora, en nuestro país, hay dos millones de refugiados, mientras que las cifras de refugiados en Europa no llegan ni a los 200.000", ha denunciado Erdogan durante un discurso en la ciudad de Estambul, noroeste del país, según informan medios locales.
No hemos dejado a un solo refugiado al desamparo de las bombas. No hemos sido capaces de actuar como aquellos que dicen 'Que se mueran' en el (mar) Egeo y en el Mediterráneo (…) lo que ellos hacen es una crimen contra la Humanidad", ha dicho Erdogan.
De igual manera, ha criticado severamente a los países (occidentales) que en vez de recibir y acoger a los que necesitan refugio y ayuda, les obstaculizan su entrada o les dejan morir.
"No hemos dejado a un solo refugiado al desamparo de las bombas. No hemos sido capaces de actuar como aquellos que dicen 'Que se mueran' en el (mar) Egeo y en el Mediterráneo (…) lo que ellos hacen es una crimen contra la Humanidad", ha considerado en una referencia directa a la UE.
"Lo que otros países hagan o dejen de hacer no es asunto nuestro, pero estamos obligados a hacer el trabajo que nuestra fe y nuestra historia nos han encargado", ha añadido el presidente turco, quien ha denunciado que Turquía se está enfrentando a esta crisis prácticamente en solitario.

El mandatario turco además ha manifestado que ningún país en todo el mundo puede lograr el bienestar y la paz que desea, cerrando sus fronteras al mundo exterior.
“Los países que se negaron a abrir sus puertas a los refugiados tampoco contribuyeron a la respuesta de Turquía en aceptarlos”, ha afirmado.
Estas declaraciones del presidente de Turquía llegan en un momento que las consecutivas tragedias en el Mediterráneo, en concreto el reciente naufragio de un barco con 700 personas a bordo frente a las costas libias, han desatado las críticas contra los países europeos por su falta de responsabilidad ante tales sucesos.
La Confederación Europea de Sindicatos (CES) criticó a finales del pasado mes de abril que los Veintiocho están demasiado preocupados en proteger sus propias fronteras y se desentiende del rescate de los inmigrantes.
El pasado mes de mayo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tras tachar de minimalistas las medidas de la UE para hacer frente a la ola de inmigrantes, aseguró que tales medidas no resolverían la crisis de la inmigración y pidió al bloque optar por más alternativas que consigan una salida real al tema de la inmigración.
Muchas personas procedentes del norte de África y de algunos países de Oriente Medio, en un intento por escapar de la violencia desatada en sus propios territorios, se dirigen a Europa en busca de paz y tranquilidad.
Según datos de la UE, de las 626.000 personas que solicitaron asilo en el bloque europeo en 2014, solo a unas 104.000 personas se les concedió la condición de refugiado.
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