"Alrededor de 11 millones de vehículos en todo el mundo fueron equipados" con un programa informático diseñado para falsear los resultados de los controles de polución, ha admitido la compañía alemana en un comunicado.
Nuevas investigaciones internas han demostrado que ese software se había instalado en otros vehículos diésel del grupo", ha apuntado la compañía alemana Volkswagen en un comunicado.
"Nuevas investigaciones internas han demostrado que ese software se había instalado en otros vehículos diésel del grupo", ha apuntado. Eso podría indicar que softwares fraudulentos detectados en modelos de las marcas VW y Audi en Estados Unidos podrían estar presentes en otras insignias de la casa matriz, como Seat, Skoda o Porsche.
Volkswagen ha anunciado, además, haber reunido 6500 millones de euros en el tercer trimestre del año para enfrentar las primeras consecuencias del caso, lo cual la llevará a "ajustar sus metas de beneficios de 2015".
El escándalo de Volkswagen sobre el incumplimiento de las reglas contra la contaminación en EE.UU. a través del diseño del software que llevan sus coches diésel se expande por todo el mundo como una mancha de aceite.
El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, ha pedido este martes una investigación "a escala europea" tras desvelarse el caso. El titular galo ha considerado que la investigación no tiene que limitarse a Volkswagen, aunque ha puntualizado que no hay ninguna "razón particular para pensar que los constructores franceses se han comportado como Volkswagen".
Por su parte, Italia ha señalado estar preocupada por el hecho de si Volkswagen había engañado sobre las cifras de emisiones de vehículos diésel en Europa tal y como hizo en Estados Unidos, y ha afirmado que abrirá su propia investigación.
En un comunicado, el Ministerio de Transporte de Italia ha aseverado que ha enviado una carta a Volkswagen y al principal medidor de emisiones en Alemania para preguntar "si las anomalías encontradas también podían haber sido realizadas en vehículos vendidos y probados en la Unión Europea".
Corea del Sur ya anunció que investigará hasta noviembre los niveles de emisiones de los vehículos diésel de Volkswagen Golf, Jetta, Beetle y el Audi A3. Cerca de 6000 vehículos fabricados en 2014 y 2015 se vendieron con esas placas de identificación en el país asiático.
Volkswagen podría ser multado con el pago de hasta 4000 millones de wones (3,4 millones de dólares) y la obligación de quedarse de nuevo con los vehículos si se demuestra que ha incumplido la normativa. "La oficina de Volkswagen dice que los modelos de Corea del Sur son diferentes de los modelos estadounidenses, pero tendremos que probar", aseguró un portavoz.
Asimismo, el fabricante de automóviles alemán se enfrenta a hasta 18.000 millones de dólares en sanciones en EE.UU.
La agencia estadounidense de protección medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) afirmó el viernes pasado que Volkswagen usó un software que engañaba a los reguladores que miden las emisiones tóxicas. En consecuencia, el lunes el valor de las acciones de la compañía cayó cerca de un 20 %.
Este martes, pasadas las 14H30, hora local, las acciones de la compañía registraban caídas del 19,52 %, hasta 106,4 euros. Poco después de conocerse el anuncio de profit warning, la caída alcanzó el 20,27 %, hasta 105,4 euros.
La caída de este martes se suma a la del lunes, del 18,6 %, y sitúa el valor de las acción un 35 % por debajo del registrado al cierre de la semana pasada. La compañía, cuya capitalización bursátil era de 77.800 millones el viernes, ha perdido 26.450 millones en dos sesiones, hasta 51.350 millones.
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