“Hemos declarado reiteradamente de manera pública que el petróleo robado por los terroristas en Siria e Irak se dirigen a otros países, en particular, a Turquía”, declaró el miércoles el ministro ruso.
Hemos declarado reiteradamente de manera pública que el petróleo robado por los terroristas en Siria e Irak se dirigen a otros países, en particular, a Turquía”, dijo el canciller ruso, Serguei Lavrov.
En sus declaraciones durante una rueda de prensa conjunta con su homólogo serbio, Ivica Dačić, en Belgrado, capital de Serbia, el jefe de la Diplomacia rusa aseguró que Moscú presentará de manera formal “las pruebas que demuestran estos hechos” a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a “todos los Estados interesados”.
Por otro lado, insistió en la necesidad de “sellar la frontera turco-siria” en vez de “lanzar una investigación prolongada sobre el asunto”.
El canciller ruso puso de relieve su disposición a encontrarse con su homólogo turco, Mevlut Cavusoglu, para atenuar las tensiones, durante la cumbre de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), prevista para este jueves en Belgrado.
Las relaciones entre Ankara y Moscú se han crispado tras el derribo el pasado 24 de septiembre por parte del Ejército turco de un avión ruso Su-24 que volvía de bombardear posiciones de Daesh en el norte de Siria.
Ankara argumenta que el aparato ruso violó su espacio aéreo, mientras Moscú desmiente esta versión insistiendo en que su nave no entró en territorio turco “ni un solo segundo” ya que sobrevoló todo el tiempo el territorio de Siria.
Las autoridades rusas han acusado en varias ocasiones a Turquía de financiar al grupo EIIL a través de la compra de petróleo. El miércoles, el Ministerio ruso de Defensa presentó pruebas de que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan y su familia se están beneficiando del contrabando de crudo de Daesh.
También el presidente ruso, Vladimir Putin, indicó el lunes que Turquía derribó el avión ruso para proteger los suministros petroleros de Daesh.
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