• El presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Publicada: martes, 12 de enero de 2016 7:49

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, califica de “extraño” que Turquía fuera a la sede de la OTAN “en busca de protección” tras derribar el bombardero ruso Su-24 en el suelo sirio.

“El Gobierno turco, en lugar de intentar explicarse ante Rusia por el crimen de guerra cometido […], se dirigió rápidamente a la sede de la Alianza Atlántica en busca de protección”, lamenta Putin, tras tildarlo de “extraño y humillante para Turquía”.

El Gobierno turco, en lugar de intentar explicarse ante Rusia por el crimen de guerra cometido […], se dirigió rápidamente a la sede de la Alianza Atlántica en busca de protección”, dice el presidente ruso, Vladimir Putin.

Así el mandatario ruso se refiere al derribo del avión ruso por parte de la Fuerza Aérea turca durante una entrevista, publicada este martes, con el diario alemán Bild, primera parte de la cual fue divulgada el lunes.

Según Putin, lo que pasó con Su-24 y las reacciones no tienen nada que ver con el hecho de que Turquía sea miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ya que Turquía “no fue atacado por nadie”.

En este contexto, ha expresado su esperanza de que los incidentes de este tipo “no provoquen enfrentamientos a gran escala”, al mismo tiempo, ha recordado que una vez amenazada, Rusia hará todo lo posible para defender los intereses de su seguridad.

Lucha antiterrorista en Siria

El jefe de Estado ruso ha hecho hincapié en que su gobierno apoya a todos los que luchan contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) en Siria, denunciando las propagandas occidentales contra el combate antiterrorista de Rusia en el país árabe.

Rusia lleva a cabo bombardeos contra las posiciones terroristas en el país árabe desde finales de septiembre de 2015 después de que recibió la solicitud por escrita del presidente de Siria, Bashar al-Asad.

El presidente de Siria, Bashar al-Asad.

 

Asimismo, ha dejado claro que lo que estamos haciendo en Siria es evitar la repetición de la situación en Libia o en Irak, enfatizando en que se debe “aplicar todos los recursos para fortalecer el poder legítimo en los países de la región —lo cual atañe a Siria—, restablecer y reforzar las estructuras de poder que se forman”.

Además, ha aseverado que es necesario que esta situación cambie, pues ha abogado por garantizar la estabilidad en Siria, para después llevar a cabo reformas políticas, pues ha insistido en el papel crucial que desempeña el pueblo sirio para “determinar quién gobernará el país y cómo va a hacerlo”.

Sobre la escalada de la crisis en Siria, el presidente Putin ha recalcado que esta no habría ocurrida si no hubieran apoyos financieros y armamentísticos y el envío de combatientes a los grupos terroristas por parte de ciertos países extranjeros.

Mientras tanto, ha declarado que su par sirio no quiere eliminar a sus compatriotas, sino que busca luchar contra quienes “se levantaron en armas”, al ratificar que cualquier sufrimiento de la población civil es responsabilidad de las bandas terroristas y quienes las secundan.

El Gobierno de Damasco ha denunciado desde hace años el respaldo que brindan los países como Francia, el Reino Unido, Estados Unidos, Arabia Saudí, Catar, entre otros, a los grupos terroristas que operan en Siria diciendo que el conflicto armado en el país árabe se terminará una vez se ponga fin a tales apoyos.

La crisis de la que sufre Siria hace casi 5 años ha dejado más de 260.000 muertos, informó a finales del 2015 el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) con sede en Londres, capital británica.

zss/rha/mrk