Los palestinos llevan horas haciendo fila, algunos llevan esperando a llenar sus bombonas de gas incluso semanas. Una crisis de gas butano azota a la población de la Franja de Gaza, cansada del bloqueo israelí, de las guerras y del frío del invierno.
Sin gas no hay comida ni bebidas calientes, tampoco se puede calentar la casa para los niños y ancianos. La escasez de gas butano en la Franja de Gaza se incrementa con la entrada del invierno, periodo en el que el consumo es mayor.
La Franja consume por día entre 350 y 400 toneladas de gas butano, pero la ocupación israelí sólo ha dejado entrar 200 toneladas diarias en los últimos 3 meses por el único paso fronterizo de entrada de bienes, el paso de Karem Abu Salem.
Y mientras el régimen de Israel bloquea la llegada de mercancías a la Franja, los palestinos se preguntan cuándo podrán acceder a sus reservas de gas natural descubiertas a tan solo 36 kilómetros de sus costas.
Paradójicamente, la Franja de Gaza tiene una de las reservas de gas más ricas del mar Mediterráneo. Pero está siendo extraído por el régimen israelí, a la vez que mantiene a la Franja asediada y bloqueada bajo un agonizante castigo colectivo.
Isabel Pérez, Franja de Gaza.
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