Los candidatos muertos son Enrique Hernández, candidato a alcalde del municipio de Yurécuaro, Michoacán, Héctor López, por el municipio de Huimanguillo, Tabasco y Ulises Fabían Quiroz, por el municipio de Chilapa, Guerrero.
Los tres candidatos asesinados, hacían campaña en tres municipios considerados de alta peligrosidad, donde grupos locales del crimen organizado se han adueñado de las actividades económicas y que según especialistas, pretenden influir en política.
En las elecciones del próximo 7 de junio, hay 9 gubernaturas en disputa y más de mil presidencias municipales, además de los 500 diputados federales. A pesar del nerviosismo político que han provocado los asesinatos de estos tres candidatos, el Gobierno federal dice que solo 20 de los aspirantes a un puesto de elección popular, han solicitado protección policiaca.
Aidé Nava, candidata a la alcaldía de Ahuacotzingo, apareció muerta, luego de que un grupo de sujetos armados la secuestró en una carretera cercana al municipio que pretendía Gobernar.
Las campañas de candidatos para las elecciones del próximo 7 de junio, han resultado inéditas en México. La serie de asesinatos de algunos candidatos, podrían alejar a los electores de las urnas en un proceso que podría quedar marcado por el abstencionismo.
Arturo Calvillo, Ciudad de México.
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