La jefa de la Diplomacia europea, Federica Mogherini, acudió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) en busca de respaldo para los planes de la UE de actuar militarmente contra las redes de inmigración que cada mes intentan llevar a cientos de personas a las costas de Italia procedentes de Libia.
Europa se dispone a aprobar una operación naval, siendo la propuesta más controvertida la de bombardear barcos en la costa de Libia supuestamente destinados para el transporte de personas.
Varias organizaciones humanitarias han mostrado su rechazo ante lo que consideran una criminalización de la inmigración y una militarización del problema.
Ahora los quince miembros del CSNU negociarán una resolución para apoyar esta nueva operación militar en el Meditarráneo. Rusia ha manifestado su oposición ante una medida que considera demasiado drástica.
José Manuel Rodríguez, Naciones Unidas.
akm/msf